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Deseos. 27.12.2012


          Como los deseos de fin de año rara vez se cumplen, es mejor pedirlos mañana y así puede que se escuchen junto con las demás inocentadas del 28. En últimas, el deseo es un movimiento afectivo hacia algo que se apetece. Por eso hay que reiterarlos pese a que digan que es mas de lo mismo los que adoran los temas de los medios (política, asesinatos, farándula, pornografía, comida, fútbol), es decir lo mismo de siempre.
         Pidamos pues, que Cali sea segura. Sin asesinatos, secuestros, atracos, ni robos, ni maltratos a nadie. Sin accidentes de tránsito, o sea de motos. Sin la amenaza de que se rompan las barreras del Río Cauca, pues no se puede pedir que no haya temblores, y ni se diga un terremoto junto con la rotura del jarillón.  Que se haga otro acueducto antes de que se acabe el agua potable, y que se racionalice ya su uso.
         Que se pueda caminar por andenes amplios, llanos, arborizados, libres y continuos, y parte de un sistema integrado de transporte que incluya bicicletas, buses, y articulados y trenes por el corredor férreo pues para eso se dejó, con viviendas de alta densidad y sus servicios a todo su largo. Que la “Directa” sea una autopista de verdad pues en Palmira está el mejor vividero de Cali, aparte de San Antonio.
         Que Cali sea una ciudad animada pero silenciosa, es decir que los lugares necesariamente ruidosos tengan suficiente aislamiento acústico para no perturbar a los vecinos, pero sobretodo que la gente aprenda a ser alegre sin hacerle tanta bulla ni por tanto tiempo a los otros. Que la animación es impulsar, pero no obligar, la participación en una determinada actividad en el desarrollo sociocultural de un grupo.
         Que tenga actividades culturales diversas. Mas museos de verdad y bibliotecas mas grandes, librerías mas y mejor nutridas, exposiciones y conferencias permanentes, y realmente interesantes e importantes. Conciertos semanales, ballet y teatro mensuales, y circos diversos varias veces al año. Y cines de verdad y con buenas películas, pues ahora la gente va es a comer y chatear como si estuviera viendo TV.
         Que vuelvan las carreras de caballos. Que se use para el futbol el elefante blanco del Deportivo Cali y el Pascual Guerrero se destine a otros deportes. Que las “barras” no sean violentas. Que nos apropiemos de la cordillera y los cerros tutelares, que ni siquiera miramos y por eso los dejamos tapar. Que el Zoológico y el Jardín Botánico sean cada vez mejores, y que se haga un Acuario en Buenaventura.
         Que se pueda ir a Buenaventura, al mar, en un par de horas como en San Pablo o Caracas, y lo tengamos mas a mano. Que se construya un gran parque en la Base Aérea con un lago para poder navegar a vela o al menos remar, porque una ciudad sin agua, ya sea un amplio río, un lago o el mar, no es tal. Y que se pueda volver a surcar el Cauca donde hubo grandes vapores que recorrían todo el valle hasta La Virginia.
         Que Cali sea de nuevo bella, con alamedas y sin demoliciones como en los Panamericanos o el Club San Fernando. Que se vuelva al paseo con carros que fue la Avenida Colombia, y que el tránsito pesado y rápido vaya abajo. Que se elimine toda la publicidad exterior. Que no se construya en la ladera, ni se extienda más la ciudad y su feuera pricesmartiana. Si, es pensar con el deseo pero al menos es pensar.

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