Ir al contenido principal

Ni polis ni políticos. 26.10.2017


“La palabra político significaba, originalmente, ciudadano, mientras que hoy, merced a nuestra perversidad, viene a significar embaucador de los ciudadanos. Habría que devolverle su autentica significación.” Lo decía Voltaire en 1739 (Citado por Roberto R. Aramayo, Voltaire / La ironía contra el fanatismo, 2015, p. 89). Es el caso, hoy, casi tres siglos después, de Cartagena, y otras ciudades en Colombia y el mundo. En “la Heroica” están en construcción cuatro torres de 30 pisos dizque para vivienda social que van a tapar el Castillo de San Felipe de Barajas, poniendo en riesgo la condición de Patrimonio de la Humanidad de la ciudad (Las2orillas 12/10/2017), declarada como tal por la UNESCO en 1984, y cuyo centro histórico, la «Ciudad Amurallada», fue declarado Patrimonio Nacional de Colombia en 1959.
          No “solo” son sólo dos pisos de mas del máximo de seis que debería tener según el POT y la reglamentación de Conservación de Patrimonio del Ministerio de Cultura para las áreas circundantes a dicho bien patrimonial, sino nada menos que 24, equivalentes a cuatro edificios como el permitido. Y lo que falta oír es su justificación, con el mismo descaro de los que dicen que aumentan al doble la altura de los pisos para satisfacer las exigencias de los clientes y nuevos usos no autorizados, y alegando que su aporte a la economía a la ciudad no está en el Castillo, sino apenas cerca del mismo, y que además no lo tapa, visto desde el Centro Histórico, el que por lo contrario tendrá como fondo su colorida creación.
          Como informa el articulo de Las2orillas, los tres jóvenes emprendedores de semejante despropósito lograron la licencia de construcción en la oficina de planeación de la ciudad, precisamente investigada por ser un foco de corrupción en donde se tramitan permisos por dinero o por presiones de los constructores a través de políticos corruptos, como fue el caso del edificio Blas de Lezo que se vino abajo por no cumplir con las especificaciones estructurales obligatorias, ocasionando la muerte de 21 personas, y del que, como suele pasar aquí, no se informó nada más.
          El permiso para las cuatro torres, que sus autores tiernamente bautizaron Aquarela, en el popular barrio cartagenero de Torices –el que por supuesto también sería afectado- fue gestionado en 2012 durante la efímera Alcaldía de Campo Elías Terán, pero ninguno de sus sucesores hizo algo, embaucadores de ciudadanos que fueron, y sólo hasta ahora el Ministerio de Cultura y la Procuraduría intentan atajar unas moles solo equiparables en tamaño a la vergüenza que serían para el país; en verdad, solo para parte del país, pues no son pocos los que aun creen que eso es progreso, aunque bastaría con mirar las fotos de la obra en <https://www.kienyke.com> o en Semana 22/10/2017.
          Y a muchos mas les resbala que la Unesco considere como patrimonio cultural aquellas obras de arquitectura que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia (Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural, 1972) como sin duda lo es el caso de San Felipe. Según lo define la Fundación ILAM, con sede en Costa Rica: ” El Patrimonio Construido, está integrado por el conjunto de los bienes culturales inmuebles que son expresión o testimonio de la creación humana, y se les ha concedido un valor excepcional arquitectónico, histórico, religioso, científico y/o técnico”; y político, habría que agregar.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta columna en el concurso para la Manzana T´ y re

Equilibrio. 03.06.2020

En la medida en que se hace necesario prolongar el aislamiento es preciso, además de las nuevas excepciones, que se corrijan algunos desaciertos ya señalados en los medios por columnas de opinión, entrevistas e información al respecto, y considerar que la situación es diferente en cada población del país, como lo es la de muchos municipios a los que no ha llegado la pandemia y por tanto la única medida a tomar es impedirlo controlando la entrada y salida de sus habitantes. Que la información que se suministre sea completa, pertinente y debidamente documentada (y no datos inconexos que generan alarma a base de exageraciones) para que sea útil al poder compararla con la de otros países, especialmente con los que se comparten aspectos geográficos, económicos, sociales, culturales y étnicos, como Panamá, Venezuela o Ecuador de los que a excepción de lo de Guayaquil muy poco se ha informado, y casi nada del pertinente ejemplo de Costa Rica. No se ha entendido que a los adultos mayores, sano

La montaña rusa. 27.09.2001

Si; se trata de la ampliación de la Avenida de Circunvalación: una obra sin lugar a dudas torcida. ¿Es que nadie se da cuenta? Curvas que se pegan a otras curvas, en fuerte pendiente. Allí se ignoraron las mas elementales normas del diseño vial. Sus carriles desaparecen o se estrechan como si los carros fueran de caucho. Calzadas para tres carros y medio... como si   fuéramos tontos. ¿Lo somos? Por supuesto su pavimento variopinta, remendado y discontinuo no es lo de menos: ilustra la mentalidad de sus gestores, diseñadores, constructores e interventores. Y la de la opinión pública en Cali que solo se preocupa (los que se preocupan) de que este nuevo esperpento no esté ya terminado.           Para hacer semejante adefesio, financiado, junto con sus inevitables serruchos, con el dinero de los contribuyentes, se talaron muchos árboles del Parque del Acueducto, incluyendo la palma abrazada por la ceiba, y nunca se supo que pasó con los que supuestamente se trasplantaron. Con permiso d