Ir al contenido principal

¿Otro oprobio? 13.02.2014


         El Decreto Nº 763 de 2009, que reglamenta la Ley 1185 de 2008, dice en su Artículo 4, Numeral 10, que “a los Consejos Departamentales de Patrimonio Cultural les corresponde emitir los conceptos previos y cumplir las funciones que señala el artículo 2º  del decreto 1313 de 2008 […] respecto de los bienes de competencia de los departamentos,…
          El articulo 2º, del decreto 1313, numeral 4, dice que es función del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural “estudiar y emitir concepto previo al Ministerio de Cultura para efectos de las decisiones relativas a bienes de interés cultural de ámbito nacional”. Y en el numeral 10 pide “recomendar criterios para la aplicación del principio de coordinación que debe emplearse en [su] declaratoria y manejo…”
         Y la Corte Constitucional, Sentencia C-149 de 2010, determinó que “el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de la Cultura, y previo concepto del Consejo de Monumentos Nacionales [ya no se denomina así], es el responsable del manejo de los bienes de interés cultural de carácter nacional, y le corresponderá, en una primera instancia, regular lo concerniente a su conservación, señalando, si es del caso, su destinación, como parte del plan especial de protección que éste está obligado a diseñar”.
          En este sentido el Consejo Departamental de Patrimonio Cultural del Valle del Cauca se ha manifestado ya hace un par de años, al solicitar que se consideren sus conceptos  cuando se trate de Patrimonio Cultural del ámbito nacional localizado en el Departamento. Tal fue el caso en la intervención en la Avenida Colombia, diseñada e iniciada sin la respectiva aprobación.
          Ahora la pregunta es si la Plaza de Toros de Cañaveralejo deja de ser competencia de la ciudad por haber sido declarada (Decreto 1802 de 1995) Patrimonio Nacional (ahora Bienes de Interés Cultural del ámbito nacional), precisamente para protegerla de los intereses inmobiliarios que ya habían comenzado a trasformar mal la ciudad. Y si es desafectada como tal, su uso de todas maneras quedaría en manos del POT, es decir, del Concejo de la ciudad.
          Por elemental coordinación y sensatez, el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural debe considerar los conceptos de los Consejos Departamentales. Sobre todo en este caso  pues no se trata apenas de un edificio sino de su zona de influencia, ahora Parque Adolfo Carvajal, Acuerdo 129 de 2004 del Concejo Municipal, una amplia área verde y deportiva consagrada como tal por su uso y el POT vigente, y que fue un ejido de Cali.
          De otro lado, la Plaza fue declarada como Patrimonio, junto a otros  inmuebles del país, para "crear una conciencia clara respecto al valor patrimonial de la arquitectura moderna en Colombia y la importancia de su conservación". Y dada su particular forma, tamaño y emplazamiento se debe evitar que sea ocultada y desvirtuada por lo que se pretenda hacer allí.
          A diferencia de otros Bienes de Interés Cultural del ámbito nacional, su sentido y significado es sobre todo local, y su área de influencia un asunto urbano además de arquitectónico. Ignorar los conceptos del Consejo Departamental y del Comité de Patrimonio del Municipio para su Plan Especial de Manejo y Protección, PEMP, es pasar por encima de Cali y los caleños, y el peligro de otro “negocio” como el del Club San Fernando; de otro oprobio.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta columna en el concurso para la Manzana T´ y re

Equilibrio. 03.06.2020

En la medida en que se hace necesario prolongar el aislamiento es preciso, además de las nuevas excepciones, que se corrijan algunos desaciertos ya señalados en los medios por columnas de opinión, entrevistas e información al respecto, y considerar que la situación es diferente en cada población del país, como lo es la de muchos municipios a los que no ha llegado la pandemia y por tanto la única medida a tomar es impedirlo controlando la entrada y salida de sus habitantes. Que la información que se suministre sea completa, pertinente y debidamente documentada (y no datos inconexos que generan alarma a base de exageraciones) para que sea útil al poder compararla con la de otros países, especialmente con los que se comparten aspectos geográficos, económicos, sociales, culturales y étnicos, como Panamá, Venezuela o Ecuador de los que a excepción de lo de Guayaquil muy poco se ha informado, y casi nada del pertinente ejemplo de Costa Rica. No se ha entendido que a los adultos mayores, sano

La montaña rusa. 27.09.2001

Si; se trata de la ampliación de la Avenida de Circunvalación: una obra sin lugar a dudas torcida. ¿Es que nadie se da cuenta? Curvas que se pegan a otras curvas, en fuerte pendiente. Allí se ignoraron las mas elementales normas del diseño vial. Sus carriles desaparecen o se estrechan como si los carros fueran de caucho. Calzadas para tres carros y medio... como si   fuéramos tontos. ¿Lo somos? Por supuesto su pavimento variopinta, remendado y discontinuo no es lo de menos: ilustra la mentalidad de sus gestores, diseñadores, constructores e interventores. Y la de la opinión pública en Cali que solo se preocupa (los que se preocupan) de que este nuevo esperpento no esté ya terminado.           Para hacer semejante adefesio, financiado, junto con sus inevitables serruchos, con el dinero de los contribuyentes, se talaron muchos árboles del Parque del Acueducto, incluyendo la palma abrazada por la ceiba, y nunca se supo que pasó con los que supuestamente se trasplantaron. Con permiso d