Ir al contenido principal

¿Pétion? 25.04.2013


La recurrente “idea” tercermundista de cambiarle el nombre a los problemas, esta vez a la Avenida Colombia, después de ser reconocida por tres generaciones como tal, pues para 1943 ya estaba terminada, indica varias cosas. La primera es que se la deformó tanto entre la Calle Quinta y La Ermita que ya no se la reconoce, afirmando olímpicamente que la Avenida Colombia, con nombre y todo, pasa es por el paso subterráneo, que no túnel, que se construyó debajo, y que el nuevo nombre es sólo para lo que insisten en llamar plazoleta, serie de plazoletas, rambla, paseo, o bulevar, y que en realidad es un malecón tonto. Con razón lo del “hundimiento” de la Avenida, pues se la entiende como una vía para carros y no un paseo para  gente. Pero tratándose de Alexandre Pétion, primer Presidente de Haití, debería ser, en consecuencia, “boulevard”, en francés, lo que al menos variaría la tontería de los “close” y “open” de los almacenes muy “in” de CaMi, que es como habría que proponer que se actualice el nombre de esta ¿ciudad? tan patas arriba, como lo es lo que ¿piensa? Sirirí para La Ermita.
          Lo segundo es que esa incapacidad en Cali para unir cosas (andenes con buses y estos y bicicletas con trenes, por ejemplo, o corredores verdes con corredores de transporte con corredores de vivienda, o la “C” de la Calle Quinta con la “C” invertida de la mal llamada Autopista Suroriental para que conformen una curveada “Z” en lugar de mas puentes inútiles como ya se han propuesto) se evidencia también en desunir lo ya unido. Por ejemplo, la Avenida Colombia con la Avenida Uribe Uribe, que fue la idea, esa sí una idea y bella, de Hernando Guerrero en su Informe de Labores de 1921 al Concejo de Cali, del que era su Presidente, como se relató en la esta columna hace ya catorce años. O, también por ejemplo, el sistema de ciudades del valle del río Cauca, que unía el Ferrocarril del Pacifico, al que hoy con seguridad le estarían cambiado el nombre por “Ferrocarril de la Capital Universal del Deporte de 2013” porque a ese grado, ya no de tontería sino esquizofrenia, se está llegando. Alelados, fatuos, simples, pasmados, escasos de entendimiento o razón, como dice el diccionario.
          Por supuesto el que se hubieran limitado a construir el paso subterráneo, propuesto en la columna mencionada desde el Hotel Intercontinental, y ampliado y arborizado los andenes a todo lo largo de la Avenida Colombia, conservando su nombre y carácter, por supuesto, chocaría con la esquizofrenia que campea aquí. Ese dividir, escindir, hendir, romper, que significa su nombre en griego. Como se decía en la primera entrega de esta columna, en 1998: “Esta preocupante destrucción del patrimonio urbano y arquitectónico colombiano, solo explicable por la codicia, la corrupción y la ignorancia, es quizás más acentuada en el sur-occidente que en ninguna otra de sus regiones. De Pasto a Manizales, pasando por Palmira, Cartago, Armenia y Pereira, para nombrar solo las más grandes, sus poblaciones cada vez tienen más puentes pero menos casas "viejas" y las que quedan están ya tan descontextualizadas que no tienen sentido urbano, o tan maltratadas que han perdido sus méritos arquitectónicos y solo les restan los históricos. Santander de Quilichao, Caloto, y Buga son excepciones que peligran.”

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta columna en el concurso para la Manzana T´ y re

Equilibrio. 03.06.2020

En la medida en que se hace necesario prolongar el aislamiento es preciso, además de las nuevas excepciones, que se corrijan algunos desaciertos ya señalados en los medios por columnas de opinión, entrevistas e información al respecto, y considerar que la situación es diferente en cada población del país, como lo es la de muchos municipios a los que no ha llegado la pandemia y por tanto la única medida a tomar es impedirlo controlando la entrada y salida de sus habitantes. Que la información que se suministre sea completa, pertinente y debidamente documentada (y no datos inconexos que generan alarma a base de exageraciones) para que sea útil al poder compararla con la de otros países, especialmente con los que se comparten aspectos geográficos, económicos, sociales, culturales y étnicos, como Panamá, Venezuela o Ecuador de los que a excepción de lo de Guayaquil muy poco se ha informado, y casi nada del pertinente ejemplo de Costa Rica. No se ha entendido que a los adultos mayores, sano

La montaña rusa. 27.09.2001

Si; se trata de la ampliación de la Avenida de Circunvalación: una obra sin lugar a dudas torcida. ¿Es que nadie se da cuenta? Curvas que se pegan a otras curvas, en fuerte pendiente. Allí se ignoraron las mas elementales normas del diseño vial. Sus carriles desaparecen o se estrechan como si los carros fueran de caucho. Calzadas para tres carros y medio... como si   fuéramos tontos. ¿Lo somos? Por supuesto su pavimento variopinta, remendado y discontinuo no es lo de menos: ilustra la mentalidad de sus gestores, diseñadores, constructores e interventores. Y la de la opinión pública en Cali que solo se preocupa (los que se preocupan) de que este nuevo esperpento no esté ya terminado.           Para hacer semejante adefesio, financiado, junto con sus inevitables serruchos, con el dinero de los contribuyentes, se talaron muchos árboles del Parque del Acueducto, incluyendo la palma abrazada por la ceiba, y nunca se supo que pasó con los que supuestamente se trasplantaron. Con permiso d