El eco-pastoreo, es decir
utilizar animales para mantener los espacios verdes, permite reducir el empleo
de herbicidas y artefactos mecánicos, ruidosos y que consumen energía de origen
fósil. París, por ejemplo, anunció la Alcaldía
de la capital francesa recientemente, usará ovejas para cortar el césped
(Panorama Diario, 25/03/13/05:00). Pero primero se realizará un experimento para
estimar su viabilidad en un medio urbano denso. El proyecto comenzó en un
terreno baldío de 2.000 m2 que pertenece al servicio de los Archivos de París
en el distrito 19º. Si los resultados son positivos se realizarán otros
experimentos en los Bosques de
Vincennes y de Boulogne.
En todas las ciudades, demás de parques y zonas verdes, las unidades de vivienda, colegios y universidades podrían mantener
así sus prados, contratando mas pastores y menos jardineros. Esta idea fue
propuesta inútilmente por el arquitecto Álvaro Erazo, siendo estudiante, a las
directivas de Universidad del Valle hace años, y algo similar intentó el autor
de esta columna, cuando fue Director de su Escuela de Arquitectura.
La huerta casera, por su parte, está al alcance de muchas
viviendas y es una
oportunidad para aprovechar espacios reducidos y utilizar todos los desperdicios orgánicos para hacer
composta en lugar de sumarlos a la basura. En poco mas de 10m2, en una azotea o
una terraza, o en un rincón del jardín, se pueden cultivar todos los vegetales
que precisa una familia, los que pueden
ayudar a proporcionar una dieta variada y suministrar vitaminas, minerales,
hidratos de carbono y proteínas, que ayudan al cuerpo a resistir enfermedades,
por lo que las huertas caseras ayudan a mejorar la salud de la gente. O, por que no, transformar todo
el jardín en un vergel (El País, 22/07/2010). En el
trópico se pueden regar con el agua de sus abundantes lluvias, la que se puede
almacenar en estanques ornamentales, con peces y vegetación para que se
mantengan limpios y sin que generen plagas. Huertas–jardín, al tiempo productivas y bellas, como
existen en la Casa de la queja en San Antonio, en Cali, y se han propuesto
reiteradamente en esta columna (El País, 27/05/2010, y 04/10/2010).
Finalmente,
las piscinas naturales (llamadas orgánicas, biológicas, ecológicas o
biotopos) regeneran el agua gracias al
efecto purificador de plantas acuáticas, y no necesitan el empleo
permanente de cloro u otros productos químicos, de la misma manera que lagos y
ríos se auto limpian gracias a la combinación de plantas y microorganismos que
contienen bacterias capaces de transformar las materias orgánicas del agua en
sustancias que las plantas pueden absorber directamente, pudiéndose utilizar
gran variedad de vegetación acuática. Se componen de la piscina misma para nadar
y un estanque de regeneración, comunicados entre si. Para impulsar el agua en
el proceso de filtración es necesaria una bomba, pero esta puede funcionar con
energía solar. El mantenimiento de este
tipo de piscinas es muy reducido ya que basta con mantener un nivel de
agua constante (por la evaporación), limpiar el fondo y podar las plantas de
vez en cuando. Estas piscinas naturales están teniendo mucho éxito en Suiza,
Alemania y Austria, lo que nos puede animar a imitarlas, pero considerando las
diferencias climáticas.
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