Lo de celebrar
el 3 de Julio de 1810 la proclamación de la Independencia en Cali es equivocado, como lo señala Germán Patiño
cada año. Por lo contrario, lo que se reafirmó fue la lealtad a la Corona Española
y al rey Fernando VII, en contra de Napoleón, considerado en las colonias el
“Tirano de la Europa”, como se puede leer en el acta del Cabildo de Santiago de
Cali de dicha fecha, perdida hasta que el historiador José Tomás Uribe la encontró
por casualidad en el Archivo Nacional, en Bogotá, hace poco mas de veinte años.
Así lo reconoce Luis Antonio
Cuéllar, Presidente de la Academia de Historia del Valle (Al margen de la
lucha, El País 04/07/2013). Y la batalla del Bajo Palacé, en 1811, insiste
Patiño, fue el enfrentamiento entre dos bandos
realistas, unos autonomistas y otros ‘regentistas’ (La
revisión, El País, 08/07/2013). Pero, hay que
precisar, la oposición de los autonomistas descendientes de españoles, a los
funcionarios de la Corona, si fue importante para la Independencia, pues quebró
la unidad del imperio español en América, como concluye Patiño.
De otro lado, hay que precisar, el
Departamento del Valle (lo del Cauca se agregó después) se originó en el Decreto
916 del 31 de Agosto de 1908, que dividió el país en 46 departamentos, entre
ellos los de Buga, Cartago y Cali. Buga,
la principal ciudad del valle geográfico del río Cauca, fue capital de su propio
departamento, que abarcaba cerca de la mitad del área de dicha región, pero
apenas por dos años pues la Ley 65 del 14 de Diciembre de
1909, establecía que se restablecería la división territorial anterior, regresando
los tres de la región al Departamento del Cauca..
Pero al comprobarse que se reunían
los requisitos exigidos por la Constitución vigente para ser uno solo, entre
ellos el número de habitantes, y al darse cuenta el Gobierno Nacional de su necesidad,
los vallecaucanos lograron que se incorporaran en un nuevo departamento,
mediante el Decreto Nª 340 de 16 de Abril de 1910, que ahora dividía el país en
trece departamentos. Y en el mismo decreto se eligió a Cali como su capital, que
ya estaba conectada directamente con Buenaventura por carretera y pronto lo iba a estar también por ferrocarril.
Aclarado lo
anterior, lo importante hoy es que Buga, en el centro del valle
geográfico, está mejor vinculada con el principal puerto de Colombia y
prácticamente el único sobre el Pacifico, y todo lo político administrativo que
le concierne a los vallecaucanos, y no apenas a los caleños, quedaría mas a
mano, pues se cuenta con la mejor infraestructura vial del país, que puede ser
complementada activando el ferrocarril. Y es urgente quitarle presión demográfica
a Cali, pues todos sus problemas se deben a su rapidísimo crecimiento, por ser
capital del Departamento.
Además en esta ciudad se aplaude a los alcaldes por las obras que
ejecutan, como lo señala Gloria H (La valla que arde, El País 17/06/2013), sin
importar, hay que precisar, si eran necesarias, bien planeadas, diseñadas y
construidas, terminadas y dentro del presupuesto. Pero por repetir lo que ya se sabe la demandan, y aunque el acoso no disuada a los columnistas íntegros, como dice Diego Martínez Lloreda (La
Gloria de Ospina, El País 05/07/2013), todos debemos defender que se opine con
libertad de los asuntos públicos que nos
conciernen.
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