En caso de un terremoto casi todos tratamos de salir precipitadamente de las viviendas. Pero cuanto mas lejos de su perímetro se encuentre uno, lo mas probable es que la salida esté bloqueada y, además, puede que afuera le caigan escombros. Por lo tanto es mejor contar en el interior con algunos sitios seguros. Aunque el techo, losas y muros se derrumben sobre armarios, camas, sofás, mesas, sillas o cualquier otro mueble grande, aplastándolos, siempre quedaran espacios vacíos al lado o medio de ellos.
Son los "triángulos de vida" de que habla Nhora Van den Berghe (Como sobrevivir a un terremoto, s.f.) o Doug Copp, experto en mitigación de desastres (UN-UNIENET), quien ha trabajado en todos las mayores catástrofes mundiales desde 1985. Cuanto mas grandes, pesados y fuertes sean estos objetos y muebles, menos se compactaran y mayor es el vacío entre los mismos que quedará, en donde puede sobrevivir una persona. Por lo contrario, ponerse debajo de algo es correr el riesgo de ser aplastado junto con el objeto, y pararse bajo un vano, como se recomienda, no sirve de mucho cuando un edificio se desploma.
Como recomienda el National Disaster Education Colition, si no puede salir rápidamente y con seguridad, entonces “tírese, cúbrase y aguante”. Si esta durmiendo ruede al suelo al lado de la cama. Si esta viendo TV (quien lo manda), o leyendo (que milagro) hágalo al lado del sofá. Si esta comiendo lo puede hacer entre la mesa y los asientos; nunca debajo. Protéjase lo mas recogido que pueda y con los brazos sobre la cabeza, como los perros, gatos y bebes, que se ponen instintivamente en posición fetal durante un sismo.
Al disponer sus muebles piense tambien en como puede conformar con los mas grandes y fuertes suficientes “triángulos de vida” fácilmente accesibles. Allí debe tener a mano su equipo de emergencia: linterna, pito, agua y radio, y dejar su celular. Al adquirir muebles piense cómo le pueden servir para conformar espacios mas resistentes. Las camas, mesas y escritorios viejos suelen ser mucho mas fuertes (además de bonitos). Y, por supuesto, toda la familia debe saber cuales son los “triángulos de vida” de que disponen, y como evacuar su vivienda.
En los hospitales y sitios de trabajo o estudio se deben hacer simulacros periódicos de evacuación y uso de los “triángulos de vida”. Y desde luego en los centros comerciales, que son tan vulnerables, pero que en general poco se preocupan de su desalojo de emergencia. En ellos se juntan muchos desconocidos en espacios reducidos como en sus salas de cine, plazas de comida y pasillos, en los que el pánico colectivo es un factor agravante. Para no hablar de estadios y similares.
Pero poco de todo esto se hace en Cali. A sus Autoridades no les importa siquiera hacer cumplir las normas existentes al respecto. Prever situaciones no forma parte de nuestro talante y nos olvidamos pronto de cada temblor. No nos interesa la seguridad y evacuavilidad de nuestros edificios y los simulacros de desalojo a muchos caleños les deben parecer ridículos. Es como si estuviéramos esperando un terremoto devastador, como el reciente de China, para que entendamos, ya para que, lo que significa estar en una zona de alto riesgo sísmico.
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