Qué
uso se le podría dar, relevante y definitivo, al Palacio Nacional de Justicia
medio desocupado por muchos años, o ahora al edificio de la Colombiana de
Tabaco, “Edificio Pielroja”, sin uso importante desde hace varios meses, o al
lote “ocupado” por malezas, basura y uno que otro habitante de la calle en la
Avenida Colombia entre Calles 10 y 11, justo al frente del CAM al otro lado del
río Cali, y por mas de medio siglo toda una vergüenza para Cali. Pero lo
imperdonable es el abandono del corredor férreo.
Y
por supuesto el Municipio está en mora de expropiar muchos edificios y casas
abandonados y lotes en pleno centro de la ciudad. Como ya sugirió en 1921 Hernando Guerrero, Presidente del Concejo de Cali, en el Informe de Labores de
dicho año al proponer la Avenida Colombia, lo que ya se recordó en esta columna
hace casi dos décadas (18/05/1998) infortunadamente convertida sin imaginación
en un bulevar de latas que no lo puede ser por la sencilla razón de que no
podrá tener árboles a lado y lado ya que
esta cubriendo un paso subterráneo.
El nuevo uso de lo ya construido permite inversiones puntuales muy
efectivas cuya adecuación no paraliza tanto las ciudades como las obras nuevas,
genera mas fuentes de trabajo artesanal, y permite su densificación utilizando
la infraestructura vial y de servicios existente, incluso si es preciso
mejorarla. Lo que en general es más económico para el erario que los grandes
proyectos que se quedan por años sólo en costosísimos planes que hay que hacer
de nuevo.
Usar mejor también implica que los
proyectos se hagan primero que todo en los muchos lotes que hay, los que se
pueden construir en lugar de extender la ciudad mas, como en los edificios subutilizados
o deteriorados, que se pueden remodelar y reforzar para volverlos sismo resistentes,
como ya se ha hecho con varios en Cali, en lugar de demolerlos con la disculpa
de que están en “mal estado” cuando lo que se quiere es desaparecerlos por
“viejos” para codiciosamente hacer negocio comenzando por su demolición.
Pero por supuesto la revitalización urbana
hay que pensarla integralmente para la ciudad y su región, estableciendo
prioridades. Por ejemplo en Cali lo urgente es recuperar su centro tradicional
construyendo vivienda en los lotes del estado, como el lote del Sena, pero igualmente
en terrenos privados, y proceder a exigir la remodelación de los muchos
edificios y casas abandonados que hay cada vez mas en el sector, o convertidas
en estacionamientos.
En este mismo sentido abría que usar
mucho mejor las calzadas de las calles existentes, regularizando sus carriles
en numero y anchura, mejorando así la movilidad en ellas, y para poder ampliar
y arborizar sus andenes, en lugar de hacer nuevas vías y mas puentes inútiles
pues lo que se necesita es una buena semaforización. Y construir grandes parqueaderos
públicos debajo de la Plaza de Caicedo y de la de San Francisco como se propuso
en el Plan del Centro Ampliado, el que hace años ya refundieron en Planeación.
Pero también hay que completar el
equipamiento urbano de la ciudad, usando los edificios ahora mal usados, hacer un
gran parque en la Base Aérea, y algo ¿qué podría ser? en las bodegas del
ferrocarril y en el edificio del Molino Roncallo, siguiendo el buen ejemplo de
lo que se piensa hacer en la antigua Fábrica de Licores. Proyectos de carácter
regional, como igualmente ya se ha sugerido en esta columna (Revitalización, 19/01/2012) pero es que hay que insistir en ello.
Comentarios
Publicar un comentario