Parodiando el viejo refrán, ni tanto
cambio que acabe con San Antonio (como pasó con Granada y antes con el centro
histórico) ni tan poquito que se estanque. Es en lo que se pueden resumir las
propuestas hechas o consultadas con arquitectos y otras personas residentes en
el barrio hace unos meses, y que en general son las siguientes.
Solicitar a Planeación una cartilla
con las normas vigentes, que facilite a los residentes su comprensión y
aplicación, e invitar a los estudiantes en Pasantía de los programas de
arquitectura para que en el CALI 3 orienten a los residentes en sus proyectos
de intervención con mas conocimiento de lo cultural, histórico y cívico.
Que la Junta de Acción Comunal, JAC, se encargue de las denuncias
por incumplimiento de las normas, y de pasarlas a la Sub Dirección de
Ordenamiento Urbanístico para su control. Y que solicite un Plan Maestro para
la Capilla y el Parque del Acueducto, dotándolo de baños y estacionamientos
públicos, y uniéndolo con el del Mirador de Belalcázar.
Y al Consejo Departamental de
Patrimonio Cultural que declare a San Antonio un BIC departamental, pues es el único barrio pre
moderno que queda en Cali. Y un PEMP que mantenga la prohibición de englobes,
demoliciones, sobreelevaciones, avisos exagerados, colores, o que las casas se
destinen en toda su área a usos distintos a las modalidades de vivienda que ya hay.
Que la Secretaría de Obras amplíe los andenes y solo en las calles
suficientemente anchas se deje espacio para estacionar, según un plan vial
local, ya contemplado por la SCA, con estacionamientos en la periferia, pero
impidiendo que se demuelan casas con ese fin como vergonzosamente sigue pasando
en el Centro.
Solicitar una nomenclatura mas
visible, y que EMCALI ilumine bien las calles, y que comience a poner las redes
de energía y demás subterráneas, de acuerdo con dicho PEMP. Y al DAGMA que
controle permanentemente el ruido ajeno, tanto de restaurantes y bares, como de
viviendas particulares, el que afortunadamente el Alcalde ya ha anunciado.
Y a la Empresa de Aseo de Cali que
elimine la suciedad acumulada en las calles y que respete los horarios de
recogida. Y que instruya a los habitantes en el buen manejo de las basuras, y
lo mismo a los recicladores que la dejan tirada en la calle. Y educar a los
dueños de perros para que recojan los excrementos que dejen en los andenes,
como ya algunos lo hacen.
Para la seguridad, adecuado uso de
los espacios públicos e incumplimiento de las normas, que los residentes no
duden en solicitar la presencia de la Sub Dirección de Ordenamiento
Urbanístico, el DAGMA, la Policía y el Tránsito, lo que podría estar coordinado
por el CAI de San Antonio y con un solo numero de teléfono.
Todo esto mediante tutelas si es
necesario, pues la ausencia de las Autoridades Municipales es lo que ha llevado
al innecesario conflicto actual en el barrio. Pero lo urgente es que los
propietarios de casas en San Antonio entiendan la importancia cultural y social
del patrimonio construido que constituyen, y el valor económico que esto
representa.
Y que todos entiendan que los mejores centros históricos combinan
oficinas, almacenes y restaurantes, con vivienda tradicional, que satisfacen
necesidades culturales, sociales y de esparcimiento de los ciudadanos, al
tiempo que garantizan la seguridad y tranquilidad de sus vecinos, haciendo de
sus barrios los mejores vivideros de sus ciudades, como se ha dicho en esta
columna de San Antonio.
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