Si no hay por
quien votar, en lugar de abstenerse, votar en blanco. Como lo aclaró “cuentosdeaguablanca” un lector de esta columna, y se puede constatar
personalmente en <http://www.registraduria.gov.co/-Voto-en-blanco-.html>, el voto en
blanco es una expresión de disentimiento o
inconformidad, con efectos políticos. No genera pagos por reposición de votos, no
se suma al candidato que obtenga la mayor votación (se contabiliza
independientemente), y si la mayoría de los votos es en
blanco, se deben repetir las elecciones con candidatos diferentes. Claro, es
costoso repetir elecciones pero es mucho mas costoso repetir políticos
comprobadamente malos.
Para
votar en blanco se debe marcar únicamente la zona señalada como “ voto en
blanco”. Otra cosa es si un grupo
significativo de ciudadanos, promotor del voto en blanco, lo inscriba como tal, teniendo una casilla con logo-símbolo
propio, diferente al “voto en blanco”. Pero si no
se marca nada el voto es considerado inválido,
lo que es peor que abstenerse, que ya es lo peor que le puede suceder a
una democracia: dejar que los demás elijan, que es como dejar que otros
respiren, coman y amen por uno. El voto en blanco es el inicio de un cambio
mientras la abstención no significa el fin de la continuidad.
Se informaba en esta columna hace unos meses (Vote en blanco, 07/06/2012) que en las elecciones de 2011 en Bello, Antioquia, ganó el voto en blanco: 56,7% frente al 43,3% del único candidato
a la alcaldía, y se tuvieron que repetir con otros candidatos (la que evidentemente no leyó el Sr. Luis Borrero, otro lector de
¿Ciudad? o ya la olvidó pues ahí se avisaba sobre la legalidad del voto en
blanco). En otras partes del Mundo
se han logrado avances tan importantes como reducir congresos, y al de
Colombia, uno de los mas grandes y mejor ¿remunerado? en relación con el número
de sus habitantes y el salario mínimo, le sobra la mitad y, además, debería ser
unicameral.
Como
se dijo la semana pasada (Todo se compone, 19/12/2013) para componer a Cali…y
al país hay que votar en blanco, y hacerlo reiteradamente hasta que no queden
politiqueros; solo verdaderos políticos que entienden que la política es para generar políticas
para la polis: medios para alcanzar un fin. Que
vean el artefacto y no apenas lo que pasa en el, y su
importancia para la calidad de vida en la ciudad. Y por supuesto votar es un acto de cordura con uno mismo,
si se considera que los mismos con las mismas, elegidos por una minoría
comprada, nos afectarán negativamente, y si no convence ninguno de los
candidatos en las próximas elecciones, pues hay que votar en blanco.
Hace años (El voto urbano, 15/06/1998) mencionaba que ciudadanos -y ciudadanas- habían votado por una mujer (Noemi) y un
intelectual (Mockus) en las ciudades de mayor tradición urbana con una actitud
mas acorde al mundo desarrollado actual, caracterizado por su alta urbanización,
su pluralidad cultural, su cero crecimiento poblacional, su conciencia ecológica,
su enorme oferta de opciones, y el haber cambiado el proteccionismo y el
paternalismo por la competitividad y la independencia y libertad de criterios y
escogencias. Un mundo en el que los ciudadanos si no ven un candidato que los
convenza, no se abstienen si no que responsablemente votan en blanco.
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