En lo que seguramente estamos de acuerdo los que
pensamos que la democracia es el menos malo de los sistemas, como dicen que
dijo Churchill, es en que eso no puede significar que tenga que ser
sistemáticamente el gobierno de los “menos malos”. De ahí que lo primero sea
derrotar esa abstención que ha permitido que salgan elegidos con los pocos
votos que las maquinarias electorales compran a base de promesas falsas, y de
ofrecer puestos, dádivas y contratos que les garanticen recobrar su “inversión”
pues no sólo el Estado les reembolsa lo “invertido”, sino que pueden obtener
grandes “ganancias” cuando ganan, parte de las cuales “re invierten” de nuevo.
Nos dicen que
votar en blanco es botar el voto y que debemos votar por cierto candidato pero
no nos convencen con sus cualidades y nos ocultan su pasado. Al tiempo se
reconoce que la abstención mayoritaria ha sido una constante histórica en el país,
pero dejan de lado que si los que
tradicionalmente se abstienen, votaran en blanco, se daría un significativo
paso adelante en la participación de los ciudadanos en el destino de sus
ciudades, departamentos y, por supuesto, del país. Las maquinarias electorales comenzarían a rebotar
en el muro blanco de los inconformes con tanta mediocridad, politiquería y
corrupción pues cada vez somos mas.
Contra el voto en blanco se aduce
que repetir las elecciones es muy costoso, pero es dinero de los contribuyentes y en cambio la
corrupción e improvisación de los “menos malos” es de lejos mas costosa y
repercute en todos, y es muy tonto lo de que la encargada actual seguiría por
un mes mas. También se dice que si se repiten las elecciones las maquinarias
insistirán con otros de su misma calaña, mas tendrían que ser mejores so pena
de ser eliminados de nuevo. Y, finalmente, que por no apoyar a los “menos
malos” salen elegidos los “peores”, pero si así fuera no es tan preocupante
pues hasta en este país tan corrupto terminan destituidos o en la cárcel.
Es natural que algunos grupos
políticos traten de seducir a los que votan en blanco pero lo tendrán que hacer
con candidatos convincentes y avalados por partidos de verdad pues
lamentablemente en Colombia son cada vez mas de mentiras. Y por supuesto cabe
la posibilidad de un nuevo partido pero el auge y caída de “los verdes” debe
llamarnos a tener precaución y mas vale
ocuparnos del voto de los jóvenes. Precisamente son los que mas se abstienen a
pesar de que les tocará vivir en este país que les estamos dejando, o irse a
otra parte como lo venían haciendo de todos los estratos socio económicos pero
que ya no es tan atractivo como antes.
Los que elegimos la cordura de votar en blanco en lugar de la locura de votar por los
menos malos, debemos insistir que en Colombia
es una forma de participación electoral válida
constitucionalmente y no una insensatez. Es
como si fuese por un partido más, que esta vez agrupa a todos los indignados y
opositores a que sigamos eligiendo a los menos malos, a los que queremos que
los politiqueros reboten con nuestro voto. Todo lo cual es hacer
una reflexión a base de prudencia,
buen seso y juicio, que es como define
el DRAE cordura, y no una simple locura “filosófica” pasajera, pues por supuesto
no para ahí: hay que encontrar candidatos buenos.
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