Allí,
cerca al piedemonte de la Cordillera Central, probablemente hubo un poblado de
indios y se constituyo hacia 1630 una encomienda vecina, y a partir de la posterior hacienda colonial fue fundada
Florida, trasladada en 1825 a su lugar actual. Perodias (El País, 11/01/2007),
es una de las casas de hacienda mas importantes del valle del río Cauca
por su arquitectura, paisaje, ambiente e historia. Su portada, ramada y
pesebrera cierran un gran patio cuadrado con la bonita capilla doctrinera, y es
una de las tres que quedan en las casas de hacienda de la región. Tuvo coro y su
arco de entrada presenta una ornamentación similar a la de La Merced en Cali.
Los restos de un acueducto suponen un trapiche anterior al actual, de
principios del siglo XX, y un cercano campamento
de dos pisos, "Casa amarilla", es muy interesante.
Estas casas son parte muy
importante de la herencia cultural de una región agraria en la que la hacienda
ha jugado un papel principal económica y socialmente, constituyendo su
mayor patrimonio arquitectónico, siendo
notable la cantidad que aún existe. Construidas siguiendo el mismo modelo de
los cortijos andaluces, derivado de la
almunia hispano musulmana, y esta de la villa visigoda, son la vivienda señorial
que se impone en el paisaje como símbolo de la transformación de la encomienda,
con las reformas borbónicas del XVIII, en una verdadera unidad productiva,
adquiriendo características propias. Tradición que se remonta a Mesopotamia y
Egipto, y ha producido alrededor del Mediterráneo, Ibero América y el Asia
tropical las arquitecturas mas entrañables que haya visto la humanidad.
En 1703 Juan Sancha Barona, quien fue alcalde de Buga, compra Perodias, la que pasa a la familia Restrepo
Plata en 1898. En su poder hasta 2010,
el municipio de Florida la adquiere a cambio de impuestos futuros. Una
descendiente de los Barona casó por poder con el sabio Caldas (matrimonio que
no se concreto), José Hilario López habla de la hacienda en sus memorias, y
Jorge Isaacs pasaba temporadas allí. Don Francisco Restrepo Plata fue ministro
de hacienda y de él reposan en la biblioteca de la casa documentos como un
Informe General de 1910. Perodias es, pues, de importancia educativa, turística y recreativa y, bien manejada,
una buena inversión, pues el patrimonio construido es un galvanizador social
insuperable pues es símbolo de la identidad local, amen de un ejemplo ahora que
se habla tanto de arquitectura sostenible.
La Fundación Patrimonio, presidida
por el arquitecto Álvaro Erazo, adelanta gestiones para la restauración de
Perodias como parte de un Corredor Turístico Histórico que vincule las
haciendas vallecaucanas declaradas como Bienes de Interés Cultural (BIC) de
nivel nacional o en proceso de serlo. Pero
ahora, después de seis meses de espera, tras radicar el proyecto en la
Gobernación del Valle del Cauca, lo tienen "en lista de espera" pues
el caso de Perodias, con todo el panorama legal despejado, ha sido relegado, y
aunque en el Ministerio de Cultura el proyecto ya fue aprobado, depende de la
Gobernación la priorización de los planes relativos a la conservación del
patrimonio construido de la comarca. Mientras tanto la casa principal se sigue
cayendo a pedazos, como pasó con el trapiche de Cañasgordas.
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