Como ya se sabe pero poco importa, hace décadas que las obras públicas en Cali no se acaban a tiempo ni cuestan lo que se dijo, y además siempre tienen errores de concepción, diseño o construcción, y muchas los tres juntos. Como ahora con la recuperación del Parque del Acueducto; ninguno grave pero si muchos, afortunadamente pequeños y fáciles de corregir, aunque inevitablemente alargarán las obras y estas costarán más, pero habría que aprovechar que esta ciudad ya está acostumbrada a eso y aún es tiempo de hacerlo, ya que no es precisamente una obra urgente como sí lo es el tren de cercanías a lo largo del nuevo eje urbano y regional que ha sido ya propuesto y se puede consultar en Caliescribe.com.
Para comenzar, el diseño original de dicho parque, si es que se puede llamar así a esta bella área verde, la más bella de Cali, es algo caótico e improvisado, y el nuevo no buscó remediar sus errores ni resolver las nuevas demandas, y sin mayor criterio agregó, y mal, algunas cosas nuevas y se olvidó de algunas viejas que ya habían desaparecido. Y nadie se acordó de que hace años en el Plan para el Centro Global se había propuesto la prolongación de la Carrera Quinta, atravesando el parque, hasta la Avenida de Circunvalación, permitiendo el acceso de carros al centro de la ciudad y separando la parte alrededor de la planta del acueducto de San Antonio del resto del parque dándoles mayor seguridad a las dos.
Para terminar, la construcción de la recuperación del parque deja mucho que desear y los cambios no son pocos, como lo ha venido advirtiendo la Fundación de vecinos de San Antonio, Fundesan, en su bienvenida defensa del Barrio, pero cuyas demandas hay que reiniciar con el nuevo gobierno municipal, con la esperanza de que el nuevo Alcalde sí vea la importancia del diseño urbano-arquitectónico respecto la planificación de la ciudad y a la protección de patrimonio construido de interés cultural, BIC, ya sean edificios como la Sagrada Familia en El Peñón o espacios urbanos públicos como, precisamente, lo son el Parque del Acueducto y el Mirador de Belalcázar.
Y hablando del tren de cercanías, su conexión con el centro por las carreras Cuarta y Quinta deja en claro la necesidad de prolongarlas hasta el Parque del Acueducto y la Avenida de Circunvalación, y con una decidida unión de dicho parque con el del Mirador de Belalcázar mediante un amplio puente peatonal casi horizontal, es decir sin escaleras, por encima de dicha avenida, debajo del cual podrían hacer baños públicos y permanecer las tradicionales vendedoras de mazorcas sin perjudicar el tránsito, propuesta repetida en esta columna (Nuestro Parque, 04/12/2008) y en Caliescribe.com (La zona verde del Acueducto, 26/12/2015) desde hace mucho tiempo, y que tocará continuar insistiendo.
Un urbanismo que involucra la planificación y el diseño de edificios, espacios urbanos públicos y privados, sistemas de transporte, servicios y equipamiento, formando manzanas, barrios y ciudades unidos por calles, plazas y parques, conjugando arquitectura, paisajismo, urbanismo y planificación, para hacer áreas urbanas funcionales y atractivas que conecten personas, lugares con belleza e identidad y la naturaleza, y faciliten el movimiento entre ellos. Implica el cuidado del medio ambiente, la equidad social y la viabilidad económica, trascendiendo la planificación, la vialidad, el diseño arquitectónico, el desarrollo económico y la ingeniería, pero procurando los recursos y conocimientos necesarios (Arkiplus).
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