Cada vez es más el trabajo que se hace en la casa (los que tienen uno y otro) pero en estos días se ha incrementado y diversificado, lo que llevará a exigir algunos cambios tanto en el trabajo como en la casa. Y también en esas extensiones inmediatas de la casa como lo son las tiendas de barrio y los supermercados cercanos, tal cual se hacia en los cafés de antes y de ahí estimular las centralidades peatonales. Usualmente muchos de los que solían estar en las cafeterías de supermercados y centros comerciales estaban trabajando en reuniones, en un computador portátil o con el celular.
Se vienen pronto y en muchas partes no pocos cambios definitivos en el trabajo de muchas personas. Además de que buena parte de los repetitivos trabajos industriales son reemplazados cada vez más por máquinas automáticas (que no inteligentes), muchos podrán disponer de más labores específicas e individuales que podrán hacer en casa, ya que no demandan el estar junto a los otros empleados todo el tiempo, y ocasionalmente hacer reuniones presenciales virtuales y no llegar al extremo de creer que se pueden reemplazar del todo los intercambios laborales en cafeterías y demás.
De hecho los trabajos artesanales se suelen hacer en la casa o cerca a la misma, pero para los nuevos trabajos se precisarán algunos cambios en la casa, como el poder disponer en ella de sitios adecuados, ya sea usando las alcobas existentes no apenas para dormir, mediante camarotes o camas rebatibles, o en las nuevas viviendas diseñando específicamente sitios para trabajar y estudiar, los que en los conjuntos de vivienda deberían estar acompañados por salones para reuniones virtuales debidamente equipados, a disposición, reglamentada, de los ocupantes de sus casas o apartamentos.
Trabajar en casa cada vez es más práctico y leer/estudiar en ella es ideal pero se precisa silencio y comodidad, y de ahí poder disponer de lugares adecuados para que se pueda hacer con eficiencia y placer, y por supuesto contar con los equipos necesarios para cada tema, y algunos cambios en el mobiliario, como un sencillo escritorio y una silla reclinable con buen espaldar, para no tener que hacerlo en la mesa del comedor (aunque también se puede trabajar en ellas como antes) junto con una buena iluminación y ventilación, y un buen internet, que faciliten la labor y la salud.
Además hay que contar con sitios para el indispensable ‘recreo’ como patios y jardines en las casas, y áreas comunes con piscina y gimnasio en los conjuntos de vivienda. Y en los apartamentos balcones, terrazas y azoteas los espacios que permiten estar ‘afuera’, a los que habría que dar mucho más importancia en los nuevos proyectos, diseñando bien los primeros (más amplios y profundos) generando más terrazas y dotando a los edificios de azoteas de uso común y huertos caseros. Y desde luego bares, cafeterías, restaurantes y parques en el barrio, a los que se pueda llegar caminando.
De otro lado está el trabajo de la casa, es decir la necesidad de agilizar y disminuir las muchas labores domésticas que demandan las viviendas. Ya todos cocinan pero que también los otros que comen laven los platos (como los gringos). Que cada cual tienda su cama (como en los internados y siempre en los cuarteles). Cambiarse de ropa solo cuando ya esté sucia y no automáticamente todos los días (como los snobs). Mantenerla en penumbra (como en los conventos) y ordenada (como en los hoteles) y para que no se ensucie más de la cuenta dejar los zapatos a la entrada (como los japoneses).
Se vienen pronto y en muchas partes no pocos cambios definitivos en el trabajo de muchas personas. Además de que buena parte de los repetitivos trabajos industriales son reemplazados cada vez más por máquinas automáticas (que no inteligentes), muchos podrán disponer de más labores específicas e individuales que podrán hacer en casa, ya que no demandan el estar junto a los otros empleados todo el tiempo, y ocasionalmente hacer reuniones presenciales virtuales y no llegar al extremo de creer que se pueden reemplazar del todo los intercambios laborales en cafeterías y demás.
De hecho los trabajos artesanales se suelen hacer en la casa o cerca a la misma, pero para los nuevos trabajos se precisarán algunos cambios en la casa, como el poder disponer en ella de sitios adecuados, ya sea usando las alcobas existentes no apenas para dormir, mediante camarotes o camas rebatibles, o en las nuevas viviendas diseñando específicamente sitios para trabajar y estudiar, los que en los conjuntos de vivienda deberían estar acompañados por salones para reuniones virtuales debidamente equipados, a disposición, reglamentada, de los ocupantes de sus casas o apartamentos.
Trabajar en casa cada vez es más práctico y leer/estudiar en ella es ideal pero se precisa silencio y comodidad, y de ahí poder disponer de lugares adecuados para que se pueda hacer con eficiencia y placer, y por supuesto contar con los equipos necesarios para cada tema, y algunos cambios en el mobiliario, como un sencillo escritorio y una silla reclinable con buen espaldar, para no tener que hacerlo en la mesa del comedor (aunque también se puede trabajar en ellas como antes) junto con una buena iluminación y ventilación, y un buen internet, que faciliten la labor y la salud.
Además hay que contar con sitios para el indispensable ‘recreo’ como patios y jardines en las casas, y áreas comunes con piscina y gimnasio en los conjuntos de vivienda. Y en los apartamentos balcones, terrazas y azoteas los espacios que permiten estar ‘afuera’, a los que habría que dar mucho más importancia en los nuevos proyectos, diseñando bien los primeros (más amplios y profundos) generando más terrazas y dotando a los edificios de azoteas de uso común y huertos caseros. Y desde luego bares, cafeterías, restaurantes y parques en el barrio, a los que se pueda llegar caminando.
De otro lado está el trabajo de la casa, es decir la necesidad de agilizar y disminuir las muchas labores domésticas que demandan las viviendas. Ya todos cocinan pero que también los otros que comen laven los platos (como los gringos). Que cada cual tienda su cama (como en los internados y siempre en los cuarteles). Cambiarse de ropa solo cuando ya esté sucia y no automáticamente todos los días (como los snobs). Mantenerla en penumbra (como en los conventos) y ordenada (como en los hoteles) y para que no se ensucie más de la cuenta dejar los zapatos a la entrada (como los japoneses).
Comentarios
Publicar un comentario