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Cali en su Valle. 04.11.2020

El departamento del Valle del Cauca está conformado por dos regiones muy definidas por su geografía: la costa pacífica baja, selvática, caliente y lluviosa, entre el mar y la cordillera Occidental; y entre esta y la Central, está el valle alto del río Cauca, de clima entre cálido y medio, cuyos bosques y guaduales han sido eliminados, innecesariamente, por el monocultivo de la caña de azúcar. Geografía que ha determinado la historia urbana del Valle, con su costa poco poblada y una sola ciudad, el puerto de Buenaventura, y el valle interior convertido en una región de ciudades con Cali, al sur, ahora conformando una ciudad región, y dentro de ella, al Occidente, su área metropolitana no oficializada.


El valle alto del río Cauca es una típica región de ciudades, única en el país y de las pocas de Iberoamérica, con una subregión al norte, de influencia antioqueña, alrededor de Cartago, e incluye a La Virginia aunque pertenezca al departamento de Risaralda; más abajo hay otra, con Tuluá al centro; una central alrededor de Buga; y al sur, en la parte más ancha de este bello valle interandino, la de Cali y su región, de influencia caucana y cada vez más del Pacífico. Región de ciudades cuyo puerto común es Buenaventura, comunicándola al Oriente y Norte y Sur de América, y que si se conectara vialmente a lo largo del río Cauca con Cartagena, haría verdad lo de la esquina privilegiada de Suramérica.

Por su parte, la ciudad región que Cali terminó conformando desde mediados del Siglo XX, incluye los municipios de Palmira, Pradera, Florida, Miranda, Caloto, Candelaria y Santander de Quilichao, aunque pertenezca al departamento del Cauca, con sus respectivas cabeceras municipales, corregimientos y áreas rurales, y por supuesto el Área Metropolitana de Cali. Todas estas ciudades, poblaciones y campos conforman un territorio muy intercomunicado en muchos aspectos, con Cali como centro, y comparten el suministro de energía, que pronto habría que cambiar a pequeñas hidroeléctricas y generadores solares y eólicos, y que afrontan, cada vez más, la escasez de agua dulce.

Para terminar, el área metropolitana de Cali, pese a no estar aún oficializada, lo que es perentorio, abarca desde Jamundí hasta Yumbo y desde la cordillera Occidental hasta el río Cauca, presentando así tres núcleos urbanos que habría que mantener separados por urgentes cinturones verdes, ya sean de propiedad privada para cultivos y ganadería, o pública para grandes parques a ambos lados de los varios ríos que bajan de la cordillera Occidental al río Cauca. Área metropolitana que debería ser objeto de un único y verdadero plan territorial, POT, a largo plazo, del que se deriven sendos planes y normas urbano arquitectónicas específicas para Cali, Jamundí y Yumbo.

A partir de lo anterior se deberían considerar todas las iniciativas económicas, sociales y culturales para las diferentes áreas que conforman el Departamento, y su comunicación por carretera y ferrocarril. Como precisamente se llevó a cabo para la propuesta de un nuevo eje urbano y regional para Cali completando el par vial de las calles 25 y 26, entre Jamundí y Yumbo, a ambos lados del actual corredor férreo en el cual irá el tren de cercanías y, separada por dos largas alamedas, una autopista urbana a sus costados, junto con una nueva reglamentación para las manzanas aledañas de sus diferentes sectores, para comercio en el primer piso y vivienda y oficinas arriba, y mayores alturas.

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