Esta nueva novela de Dan Brown divierte, intriga y asusta, y no queda de otra que seguir hasta el final a su protagonista Robert Langdon (el de El código Da Vinci); y es muy interesante pues deja a sus lectores pensando sobre los temas que toca antes, durante y después de un asesinato (religión y ciencia), las relaciones que se desarrollan (amor y amistad) y el lugar en donde principalmente se lleva a cabo en un par de días:
Barcelona y tres obras del famoso arquitecto modernista Antoni Gaudí: el Park Güell, La Casa Milà (la Pedrera) y, por supuesto, el Temple Expiatori de la Sagrada Familia, cada vez otro pues desde su inicio en 1882 está en obra y su finalización se espera para 2026.
Para comenzar, mientras que la religión (según el Diccionario de la Lengua Española, DLE) es el “conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales, principalmente la oración y el sacrificio para darle culto” por lo contrario la ciencia es el “conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales con capacidad predictiva y experimentalmente comprobables. “¿Mueren las oscuras religiones y reina la dulce ciencia?”, preguntaba William Blake.
Por otra parte, y en relación no apenas con la ciencia, sino igualmente con la religión, entender que inteligencia es (según de nuevo el DLE) la “capacidad de entender o comprender; de resolver problemas” y también constituye el “conjunto de ideas y valores de una comunidad, de un país, etc.” mientras que la inteligencia emocional es la “capacidad de percibir y controlar los propios sentimientos y saber interpretar los de los demás”, pero que del otro lado la inteligencia artificial, IA, es aquella “disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o el razonamiento lógico”.
¿De dónde venimos?, es una de las dos preguntas recurrentes a lo largo de la larga novela de Dan Brown, cuya rápida respuesta por parte de las tres religiones monoteístas actuales es: de Dios, pasando por alto que ellas evolucionaron de las variaciones de las religiones politeístas anteriores, y que muchos se pueden preguntar si seremos eternos y nadie nos creó, mientras otros se preguntarán después que quién creo al creador, ya sea algún dios (los hay para todos los gustos) o por lo contrario la naturaleza física, química y biológica que estudian las ciencias naturales, y entonces: ¡quién diablos creo el universo y para qué! Y cómo es que ahora permite que de pronto se le salga de las manos.
¿Para dónde vamos?, es la segunda pregunta de la novela, y la respuesta es que por lo pronto a un mundo dominado por la robótica, la Big Datay la inteligencia artificial, IA, pero igual, aunque no sea un tema muy desarrollado en la novela, que vamos directo al cambio climático ocasionado por seres humanos que se creen dioses, y no por los dioses, debido al mal uso del desarrollo tecnológico derivado del científico, desde La Ilustración a mediados del Siglo XVIII, y que solo podrá evitar el pensamiento científico del XXI pero no el religioso. El futurólogo Edmond Kirsch, el amigo de Robert Langdon, habría estado de acuerdo pero lo mataron ¿o fue que se hizo asesinar para que le creyeran?
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