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Actividades en casa. 20.04.2022

 Aparte de sus usos cotidianos tradicionales, son muchas las otras actividades que se realizan en casa: trabajar, estudiar, leer, escribir y hasta viajar; y por supuesto amar, desear y ser felices en estas, como tanto y tan bien insiste Enrique Peñalosa, en su pertinente libro Ciudad, igualdad, felicidad, 2021, en que hay que lograrlo en las ciudades ya que, como ya se sabe, la casa es una ciudad pequeña y la ciudad una casa grande como dijo León Battista Alberti ya en el Siglo XV. Actividades que demandan espacios especiales o que los tradicionales se presten a ello adecuándolos, junto con los comportamientos respectivos indicados en cada caso.

La ciudad es una casa grande y la casa es una ciudad pequeña, lo que no entienden muchos alcaldes, concejales y habitantes en muchas partes, especialmente en ciudades que han crecido mucho y recientemente, como es el caso de Cali, de unos 300 mil a casi tres millones en algo más de medio siglo: dos o tres generaciones que aún no se han urbanizado a fondo para poder en ellas lograr, ya siendo verdaderos urbanitas, ser felices en sus espacios públicos, pero muchos tampoco son verdaderos habitantes de casas y los hay que ni siquiera tienen tales. Sin embargo, sus actividades continúan siendo imprimibles para poder vivir y lo extraordinario es que algunos logran ser felices.

Espacios, muebles y artefactos necesarios y pertinentes son imprescindibles tanto en las ciudades como en las casas para vivir mejor en ellas, y los que no lo son sobran. Pero pocos son los que piensan que un poste con información sobre la ruta y el horario basta para la parada del bus, ni que una hamaca sea indicada para leer, oír música, ver las verdes copas de los árboles, el cielo, los pájaros e incluso para amar pero que entonces se precisa de un amplio chinchorro guajiro, y son presa de las modas pasadas de moda y de los comerciantes sin ética. Los muebles complementan la arquitectura y la felicidad, pero una arquitectura vacía no.

Y por supuesto urgen mejores comportamientos para poder vivir bien en las casas como en las ciudades, por lo que la educación cívica indicada debe contemplar el buen comportamiento no solo en las ciudades sino igual en las casas. Mas en muchas recientes ciudades y en muchas casas se ignora que si son buenas inducen ese mejor comportamiento, lo que se comprueba con los buenos viajeros que a donde van hacen lo que allí se hace y si lo que se hace allí no gusta pues se van y nunca vuelven, o los que cuando regresan a su ciudad se vuelven a comportar mal o por capricho, ignorancia o falta de sensibilidad usan mal sus casas y sus vidas en ellas.

Ciudad, igualdad y felicidad se interrelacionan en casas y ciudades para poder lograr la felicidad en ellas y no en otras partes; ciudades a las que muchos emigran buscándola, y más ahora en que más de la mitad de la humanidad vive en ciudades y en países como Colombia cerca de las tres cuartas partes y cada vez más. Por eso la importancia de proyectar un urbanismo, una arquitectura y un paisajismo indicados, y no copiar mal modas de afuera, pues el clima, la topografía, la vegetación, los paisajes, los pájaros y los animales -y la gente- son diferentes en cada región, en cada ciudad y en cada barrio, junto con sus actividades peculiares que los identifican.

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