Ir al contenido principal

Urbanitas. 06.11.2024

              En Cali la gente suele ser amable y respetuosa cuando se entra en contacto con ella, pero en sus calles peatones y conductores de vehículos son acosadores e irrespetuosos con los otros, los que les son extraños. Además, tienen curiosos hábitos como detenerse en la entrada de lugares públicos, incluso sin motivo alguno, impidiendo el paso de los demás; o detenerse en los estrechos andenes incomodando a los que vienen atrás, y todos quieren ir de primeros, lo mismo que los carros y ni se diga las motos; y los peatones se bajan a la calzada en cualquier parte antes de que pase el carro, y botan la basura a la calle.
              La gran mayoría de los caleños aún no son urbanitas; es decir, personas acomodadas a los usos y costumbres de la ciudad, como define el DLE dicha palabra, y la explicación es sencilla: o nacieron en Cali cuando esta era una pequeña ciudad, o son recién llegados a ella, o lo fueron sus padres o abuelos; muchos desplazados por las guerrillas o los narcotraficantes o buscando trabajo. Suelen provenir de pueblos en los que todos se conocen y se respetan, y en donde son pocos los extraños que pasan y se los acoge cuando saludan y se les agradece, no como en Cali en donde en casi todas partes casi todos son extraños.
              El problema, pues, es debido al muy rápido y excesivo crecimiento de la población de Cali, que en menos de un siglo se multiplicó por 10, además de la creciente población flotante que llega y se va todos los días, salvo los domingos cuando la ciudad parece ser otra; escenario que no ha dado tiempo a que sus muchos nuevos habitantes, que constituyen la mayoría de su población actual, se urbanicen. Y desde luego el narcotráfico ha exacerbado dicha situación, llevándola incluso al vandalismo, y la violencia, a la que se suma la falta de empleos bien remunerados, lo que auspicia la delincuencia.
              De ahí la premura en Cali de una pertinente educación cívica y permanente para el mejor comportamiento de todos en la ciudad; de la necesidad de andenes amplios, llanos y continuos para que los peatones no tengan que circular por las calzadas; de una adecuada señalización y demarcación de las vías para regularizar el tránsito tanto vehicular como peatonal; de dotar la ciudad de pequeños basureros (antirrobo) en las esquinas; y de mucho más control por parte de las autoridades del buen comportamiento de los caleños en la ciudad, incluyendo el de los ruidos ajenos, control al que deben colaborar los vecinos.
              Y por supuesto es perentorio el impulso a las ciudades dentro de la ciudad que se han ido conformando espontáneamente en Cali, las que mucho ayudarían al disminuir el número de habitantes cotidianos en cada una de esas nuevas localidades, y que en ellas los extraños lo serían menos. De todo esto se ha escrito mucho en esta columna, pero toca repetirlo y apoyar las iniciativas en ese sentido, como lo es el hecho de que los conductores de automóviles, e incluso los motociclistas, están respetando más a los peatones; o que ya cada vez más ciudadanos no se abstengan de votar en las elecciones.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta co...

El estado de la cuestión. 21.02.2024

 Se trata de la base teórica sobre la que se sustenta un escrito, o que se rebate en su desarrollo posterior, y que forma parte del mismo. Pero si bien es lo ético en una columna de opinión, debería ser obligatorio en toda propuesta para la ciudad, lo que no suele suceder en Cali en donde cada cuatro años cada nuevo Gobierno Municipal simplemente ignora las propuestas de los anteriores e improvisa otras. Es lo que ahora hay que evitar en el caso del interés actual por el Centro de la ciudad o la propuesta para el Tren de cercanías, la que primero que todo se debería sustentar en la conformación del Área Metropolitana de la ciudad a partir de la que de hecho ya existe. El Área Metropolitana es la que engloba una ciudad principal (la metrópolis) que le da su nombre, y una serie de ciudades dormitorio, industriales, comerciales o de servicios (Wikipedia). Por eso la de Cali no se debe confundir con la región de ciudades del valle alto del rio Cauca, que se extiende de la Virginia a Sa...

‘La mansión’. 01.07.2020

Los ‘tiempos gloriosos’ de la casa solariega de la aristocrática familia Von Dranitz en el Este de Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial, es como Anne Jacobs subtitula a propósito su novela de 2017, pese a que se desarrolla mucho más en los que no lo fueron para nada durante la guerra y después hasta la reunificación de Alemania en 1989. Largos y diferentes tiempos que sin embargo recuerdan siempre ‘La arquitectura del poder’ (como titula Deyan Sudjic su libro de 2005 sobre este tema) comenzando por la portada de la edición en español de ‘La mansión’ que sin querer queriendo muestra un palacete como símbolo de una heredad en lugar de una gran casa señorial en el campo. Además uno de sus personajes, el joven Kacpar Woronsky, es el retrato de la apasionada relación de todo arquitecto que lo sea de verdad con su oficio/arte y sus clientes/mecenas. Hacia “planos, vistas laterales, la perspectiva delantera de un edificio ultramoderno [y] sus ideas eran originales, a veces alocadas, pe...