Ir al contenido principal

Ciudad y ciudadanos. 06.06.2013


            Escribe un lector anónimo “que construyan andenes mas amplios para que los carros se puedan estacionar mejor, para que las motos transiten sin obstáculos, salvo los peatones, para que los vendedores ambulantes puedan ampliar sus negocios, para que los negocios paisas puedan poner mas mesas para atender a la clientela. etc.” (Tiros Flojos, 05/30/2013 - 8:32am).  ¿Mejor dejar las cosas como están? o, por lo contrario, quiso decir que sin educación no servirían.
            Por supuesto después de hacer andenes amplios, continuos, llanos, sin obstáculos y arborizados, a los dos costados de las calzadas, hay que impedir que estacionen carros en ellos, que pasen motos, u ocupen vendedores o talleres, ni cafés, salvo en sitios debidamente demarcados, como en cualquier ciudad civilizada, porque precisamente el detalle estriba en el respeto a las normas, que en últimas buscan el respeto a los otros, tanto los que caminan como los que van en carro.
            En Berlín y otras ciudades en Alemania, que cuentan con anchos andenes, es permitido, en zonas de vivienda, estacionar en ellos por la noche, en fila y entre los árboles para dejar un espacio libre para los peatones. A la mañana siguiente, carro que permanezca allí después de cierta hora, es retirado por una grúa y tiene una elevada multa. Incluso los sacan con un brazo largo por encima de los carros que ya se han estacionado a lo largo de la calzada.
            En Cali, como sus andenes son estrechos, cuando los carros se estacionan sobre ellos interrumpen totalmente el paso de los peatones, por lo que deberían ser retirados y fuertemente multados. Y si algún día son suficientemente anchos para hacer lo mismo que los alemanes, de todas maneras mejor no dejar estacionar carros. Pero tampoco se pueden llenar de bolardos, y estos no atajan las motos pero sí incomodan a los transeúntes.
            Si no hay andenes ni siquiera se podrían usar mal ni enseñar a usar bien. Pero solo los que lo han experimentado en otras ciudades lo echan de menos, y no faltan los que se resignan a que aquí no vale la pena hacerlos pues se estacionarían carros, circularían motos, pondrían mesas y usarían los vendedores ambulantes; o que, como otro anónimo lector, creen que, o peatones o carros (rodrigohv, 05/30/2013 - 5:23pm), y no entienden que son peatones y carros que se respeten mutuamente.
            Ciudad y ciudadanos van unos detrás de las otras pues las ciudades ya hace mucho están inventadas; son, con la lengua, la mayor creación del hombre,  dice Lewis Mumford, La Cultura de las Ciudades, 1938. Así, unos mejores sectores urbanos no serían muy diferentes a las pequeñas ciudades de antes, añadiendo al uso peatonal y calidad espacial de sus calles la infraestructura de servicios de las actuales, contribuyendo a mejorar su seguridad, movilidad y belleza.
            O sea, primero mejorar los andenes, eliminando carriles para carros, y después lograr que se respeten, con foto multas por ejemplo, formando ciudadanos. Es la historia de las ciudades, pues primero aparecieron sus construcciones y solo después las calles, las que recientemente fueron invadidas por los carros. Como dice Marc Augé: “Hoy, cambiar la vida es, en primer lugar, cambiar la ciudad. Hay mucho por hacer y lo que se hizo no siempre está bien hecho.” Elogio de la bicicleta, 2008.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta columna en el concurso para la Manzana T´ y re

Equilibrio. 03.06.2020

En la medida en que se hace necesario prolongar el aislamiento es preciso, además de las nuevas excepciones, que se corrijan algunos desaciertos ya señalados en los medios por columnas de opinión, entrevistas e información al respecto, y considerar que la situación es diferente en cada población del país, como lo es la de muchos municipios a los que no ha llegado la pandemia y por tanto la única medida a tomar es impedirlo controlando la entrada y salida de sus habitantes. Que la información que se suministre sea completa, pertinente y debidamente documentada (y no datos inconexos que generan alarma a base de exageraciones) para que sea útil al poder compararla con la de otros países, especialmente con los que se comparten aspectos geográficos, económicos, sociales, culturales y étnicos, como Panamá, Venezuela o Ecuador de los que a excepción de lo de Guayaquil muy poco se ha informado, y casi nada del pertinente ejemplo de Costa Rica. No se ha entendido que a los adultos mayores, sano

La montaña rusa. 27.09.2001

Si; se trata de la ampliación de la Avenida de Circunvalación: una obra sin lugar a dudas torcida. ¿Es que nadie se da cuenta? Curvas que se pegan a otras curvas, en fuerte pendiente. Allí se ignoraron las mas elementales normas del diseño vial. Sus carriles desaparecen o se estrechan como si los carros fueran de caucho. Calzadas para tres carros y medio... como si   fuéramos tontos. ¿Lo somos? Por supuesto su pavimento variopinta, remendado y discontinuo no es lo de menos: ilustra la mentalidad de sus gestores, diseñadores, constructores e interventores. Y la de la opinión pública en Cali que solo se preocupa (los que se preocupan) de que este nuevo esperpento no esté ya terminado.           Para hacer semejante adefesio, financiado, junto con sus inevitables serruchos, con el dinero de los contribuyentes, se talaron muchos árboles del Parque del Acueducto, incluyendo la palma abrazada por la ceiba, y nunca se supo que pasó con los que supuestamente se trasplantaron. Con permiso d