Escribe un lector
anónimo “que construyan andenes mas amplios para que los carros se
puedan estacionar mejor, para que las motos transiten sin obstáculos, salvo
los peatones, para que los vendedores ambulantes puedan ampliar sus
negocios, para que los negocios paisas puedan poner mas mesas para atender a
la clientela. etc.” (Tiros Flojos, 05/30/2013 - 8:32am).
¿Mejor dejar las cosas como están? o, por lo contrario, quiso decir que
sin educación no servirían.
Por supuesto
después de hacer andenes amplios, continuos, llanos, sin obstáculos y
arborizados, a los dos costados de las calzadas, hay que impedir que estacionen
carros en ellos, que pasen motos, u ocupen vendedores o talleres, ni cafés,
salvo en sitios debidamente demarcados, como en cualquier ciudad civilizada,
porque precisamente el detalle estriba en el respeto a las normas, que en
últimas buscan el respeto a los otros, tanto los que caminan como los que van
en carro.
En Berlín
y otras ciudades en Alemania, que cuentan con anchos andenes, es permitido, en
zonas de vivienda, estacionar en ellos por la noche, en fila y entre los
árboles para dejar un espacio libre para los peatones. A la mañana siguiente,
carro que permanezca allí después de cierta hora, es retirado por una grúa y
tiene una elevada multa. Incluso los sacan con un brazo largo por encima de los
carros que ya se han estacionado a lo largo de la calzada.
En Cali,
como sus andenes son estrechos, cuando los carros se estacionan sobre ellos
interrumpen totalmente el paso de los peatones, por lo que deberían ser
retirados y fuertemente multados. Y si algún día son suficientemente anchos
para hacer lo mismo que los alemanes, de todas maneras mejor no dejar
estacionar carros. Pero tampoco se pueden llenar de bolardos, y estos no atajan
las motos pero sí incomodan a los transeúntes.
Si no hay andenes ni siquiera se
podrían usar mal ni enseñar a usar bien. Pero solo los que lo han experimentado
en otras ciudades lo echan de menos, y no faltan los que se resignan a que aquí
no vale la pena hacerlos pues se estacionarían carros, circularían motos,
pondrían mesas y usarían los vendedores ambulantes; o que, como otro anónimo
lector, creen que, o peatones o carros (rodrigohv, 05/30/2013 -
5:23pm), y no entienden que son
peatones y carros que se respeten mutuamente.
Ciudad y ciudadanos van unos detrás
de las otras pues las ciudades ya hace mucho están inventadas; son, con la
lengua, la mayor creación del hombre, dice
Lewis Mumford, La Cultura de las Ciudades,
1938. Así, unos mejores sectores urbanos no serían muy diferentes a las pequeñas ciudades de antes,
añadiendo al uso peatonal y calidad espacial de sus calles la infraestructura
de servicios de las actuales, contribuyendo a mejorar su seguridad, movilidad y
belleza.
O sea, primero
mejorar los andenes, eliminando carriles para carros, y después lograr que se
respeten, con foto multas por ejemplo, formando ciudadanos. Es la historia de las ciudades, pues
primero aparecieron sus construcciones y solo después las calles, las que
recientemente fueron invadidas por los carros. Como dice Marc Augé: “Hoy,
cambiar la vida es, en primer lugar, cambiar la ciudad. Hay mucho por hacer y
lo que se hizo no siempre está bien hecho.” Elogio
de la bicicleta, 2008.
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