Primero se rompieron para enterrar las
líneas de teléfono, pero las acometidas se dejaron aéreas. Después para cambiar
el alcantarillado; se reemplazaron unos tubos buenos por otros ligeramente
mayores. Las tapas de las cámaras domiciliarias las hicieron tan mal que muchas
ya están rotas y todas caladas por las lluvias. Después asfaltaron las calles
pero sin retirar la capa existente. Los andenes quedaron mas bajos por lo que
los atarvanes les suben sus carros con mayor facilidad. Luego las rompieron
para la fibra óptica pero la fibra nunca se puso; el remiendo se hundió con el
tiempo. Después demolieron los andenes, incluso muchos en buenas condiciones,
para hacerlos iguales pero sin sardineles, pero algunos que estaban en muy mal
estado no se tocaron. Quedaron mal terminados, sin un despiece estudiado y con
mezclas inadecuadas. Sus desniveles están a veces hacia las casas y no hacia la
calzada. En algunas partes quedaron más altos que las entradas a las viviendas.
Después fue el gas. Primero con el ruidoso corte de los andenes nuevos, que
quedaron cubiertos de un agua-cemento que nadie lavó. Y era fácil saber como
terminaría: las calles de Cali son una colcha de retazos de remiendos. La obra
no fue anunciada y no se pusieron avisos para informar lo que se iba a hacer.
Tampoco los de "peligro" y ni siquiera el ridículo "disculpe la
molestia". Los cordones de seguridad los pusieron cuando ya estaban
terminando. En los más de ocho años que lleva esta locura anual nunca los hubo. A nadie se le ocurrió poner
desde el principio una cámara de servicios.
Son
las calles de San Antonio, pero podrían ser las de cualquier otro barrio de
Cali. Es la atarvaneria de las obras publicas en su espacio urbano. Es la total
falta de consideración por su gente. Por supuesto la infraestructura de
servicios es un caos. Cada uno va por su lado. En la Avenida Sexta no se hizo
la cámara de servicios compartida que se propuso. No hay una lógica común en
ellos y cada entidad (acueducto, alcantarillado, energía, teléfonos, fibra
óptica, gas) tiene sus propia planeación, normas y mañas. Las tapas no están
unificadas ni mucho menos moduladas con los materiales únicos de un sistema de
andenes pues este no existe. Cada propietario hace con el suyo lo que se le da
la gana pues no hay tampoco normas para ellos y si las hay no hay quien las
haga cumplir.
A
los cientos de batallas entre vecinos (por los usos y abusos del espacio urbano
publico común y la tranquilidad, silencio y privacidad de sus viviendas), que
se libran en la ciudad todos los días, hay que agregar la guerra perdida contra
el abuso de autoridad y la atarvaneria de los funcionarios y empleados del
Municipio y Emcali y sus contratistas de obras publicas. Pero no solo son las
obras y reparaciones que se hacen a la brava y sin aviso en las calles, sino la
forma como ellos las usan. Los carros oficiales y de Emcali y sus contratistas
se estacionan en los andenes y circulan en contravía; pero que les va a
importar si los de la mismísima policía además se pasan los semáforos en rojo y
circulan por las noches sin luces. Con este mal ejemplo ¿como esperar algo de
las autoridades?
¿Por
que no se anuncian las obras publicas por los periódicos o con un simple
boletín? La democracia y el buen gobierno comienzan por la transparencia y
oportunidad de la información. ¿Por que no se ponen avisos en el sitio, antes,
y no tirados en cualquier parte y de cualquier manera después? En los países
civilizados se ponen con meses de anticipación para que la gente pueda opinar.
¿Por que no se da un teléfono (donde contesten) en donde un funcionario pueda
informar con mayor profundidad a los interesados y resolver sus pequeños
problemas? La mayor sensación de desgobierno que se tiene en Cali es que no hay
ante quien acudir. ¿Por que comienzan las obras, cualquier obra, los viernes
por la tarde pero no trabajan el fin de semana? ¿Porque se demoran tanto y
hacen tanto ruido y mugre poniendo un simple tubo?
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