Una versión empobrecida del TransMilenio (así lo escriben en Bogotá ) no
es la solución que Cali necesita, como se sostiene en el editorial de El País
del sábado pasado. La mejor colaboración para que un proyecto como el Sistema
de Transporte Masivo, en verdad beneficie a la ciudad, es criticarlo a fondo y
con tiempo para que se puedan corregir al máximo sus fallas. Ingenuo creer que
no las tenga en esta ciudad que más parece una colección de errores que otra
cosa. Además, los contribuyentes, que lo pagaremos, tenemos el derecho a ser
informados ampliamente y con mayor profundidad, más allá del monto de la
inversión. ¿Como es eso de hay que "preparar a la ciudad para que el STM
sea la solución que necesita"? Todo lo contrario.
Afortunadamente
casi la totalidad de los problemas que hasta ahora se le han anotado, los que se
pueden constatar en los planos que reposan en Metro Cali, en la antigua
Estación (y que tal parece que el responsable del editorial lamentablemente no
hizo), se solucionarían al adoptar buses de plataforma baja. A pesar de ser mas
costosos que los previstos en el proyecto, pues además de ser más sofisticados
tendrían que tener puertas a ambos costados, si permitirían la ampliación
significativa de los andenes a lo largo de los corredores que usarían.
Igualmente, solo precisan de estaciones a nivel, haciendo su uso mas
confortable y seguro.
El
único problema, si es que se puede llamar así, es que en el centro de la ciudad
no podría haber estaciones y ni siquiera paraderos. Los usuarios tomarían los
buses directamente desde el anden, como en todas partes (en Manhattan, por
ejemplo, no hay paraderos cubiertos), en sitios debida -y discretamente-
señalados, y tendrían que comprar su respectivo tiquete, si no lo tienen, en
las estaciones en donde desciendan, para poder salir de ellas. Y, claro esta,
los que se bajen en el siguiente punto de parada sin estación (son solo dos
posibles de los tres previstos en el centro en cada sentido), unas pocas
cuadras mas adelante, se transportarían gratis, lo cual no debería ser visto
como una desventaja sino como un servicio a los peatones del centro; en estos
sitios de parada se necesitarían inicialmente vigilantes para evitar el
vandalismo.
Los
carriles exclusivos para el sistema solo se deben hacer en donde sea posible
hacerlos bien (ocho carriles y el espacio para las estaciones y para ampliar y
arborizar los andenes), es decir solo en el sur, el norte, el oriente, y en la
(mal) llamada Autopista Suroriental, en donde los buses expresos si podrían ir
mas rápido y seguros. En el centro de la ciudad, todos, los locales y los
expresos, deberán compartir las calles con taxis y carros, cuya circulación, la
de estos últimos, tendría que restringirse; y, desde luego, serían bastante
lentos en ese trayecto.
Lo
anterior, además de una mentalidad mas critica (rara en esta ciudad inconsciente),
solo implica un sobrecosto en el equipo rodante, el que se compensaría con
estaciones más económicas (sin rampas y directamente sobre el suelo) y por no
tener que volver a hacer muchos de los cruces viales a desnivel existentes,
muchos recientemente construidos, como (es increíble) se ha contemplado hacer
como si nada, lo que es un considerable ahorro. Además el sistema se podría
poner a funcionar de en un plazo más corto.
El
error que no podemos cometer es tratar de hacer a la fuerza un "metro de
superficie", en una ciudad en la que el tamaño de los espacios urbanos
disponibles, especialmente en su centro tradicional, a diferencia de Curitiba o
Bogotá, no lo permite. Curitiba disponía de amplias avenidas y Bogotá de la
Avenida Caracas (y eso que los andenes quedaron estrechos), pero
desafortunadamente este no es el caso de Cali, en la que ninguna vía
suficientemente amplia atraviesa la ciudad a todo su largo y por su centro.
Tampoco debemos amarrarnos a una tecnología obsoleta. Cada vez se usan más y en
más partes buses de plataforma baja que funcionan con gas o, mejor aun, con
hidrógeno. ¿Será que también son un "lujo" para Cali?
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