Hace unos años los periódicos
anunciaron con orgullo que según el último censo Cali ya era la segunda ciudad
del país. Hace 50 se dijo como si fuera una maravilla que iba a llegar primero
que Bogotá al millón de habitantes y hasta se habló de una famosa apuesta al
respecto. La realidad es que compartía con (y después de) Sao Paulo el dudoso
honor de ser las que mas crecían en el mundo por esa época.
Los
que aun creen que el tamaño de una ciudad se mide apenas por el numero de sus
habitantes estarán contentos: Cali es mas grande de lo que se piensa. En los
censos nuestros no se cuenta a todo el mundo, por lo que con seguridad tiene
mas de dos millones. Además, en contra de los hechos y ateniéndose a la
obsoleta división político-administrativa del país, no se suman los residentes
de los municipios vecinos en los que
están en parte algunos suburbios de la ciudad. Por eso en las grandes ciudades
se trabaja con dos cifras: la de la ciudad misma y la de la región con la que
interactúa cotidianamente.
La condición de
centro regional de Cali existe hace décadas pero ya nadie grita “que viva Cali,
Chipichape y Yumbo”. Mientras Bogotá, Cartagena, Barranquilla y hasta Pereira y
Dosquebradas son áreas metropolitanas, aquí seguimos pensando que Santander de
Quilichao está en otro mundo solo por “pertenecer” a otro departamento, y que
Yumbo no es Cali. El que diariamente muchos viajen a Cali desde todas las
poblaciones vecinas –o viceversa- a trabajar u obtener bienes y servicios no
nos dice nada.
No nos damos cuenta
de que el MIO no puede ser solo nuestro. Ignoramos que Metro viene de
metropolitano. Nada nos dice el que se llegue mas rápida y placenteramente a
Palmira desde el Centro de Cali y sus barrios aledaños que a la Universidad del
Valle, cerca a Jamundí, a donde la trastearon cuando la sacaron sin necesidad
de San Fernando, haciendo que la ciudad sea muy extensa para su población.
Otro
aspecto del tamaño de Cali es que buena parte de su equipamiento esta por fuera
del Municipio. El aeropuerto, el mas distante entre las ciudades colombianas,
está en Palmira como se lo recuerdan a uno confusamente cada vez que se
aterriza allí. El futuro estadio y el abandonado hipódromo también; Cavasa en
Candelaria y no faltan los planes para sacar la Plaza de Toros, al fin y al
cabo se ha trasteado varias veces cada vez mas lejos de lo que fue la Plaza
Mayor.
Y son muchos los que
con mentalidad pueblerina confunden el tamaño de las ciudades con la altura de
sus edificios. Adoradores de torres innecesarias y puentes inútiles, creían
hace 30 años que Cali era un portento de progreso y modernidad cuando estuvo a
punto de tener por unos días el edificio mas alto del país, y ahora, mas
interesados que ingenuos, se duelen de que se vaya a convertir en un villorrio
si se limita a doce pisos. Son los mismos que aplauden cada nuevo puente
peatonal pese a que ellos son los primeros en no usarlo.
Pocos ven que el
tamaño de una ciudad también tiene que ver con la capacidad económica de sus
residentes, pues determina los impuestos que pagan y el monto de lo que
compran. Cuando uno llega a muchas ciudades europeas que tienen bastante menos
habitantes que Cali, se siente ante urbes que lo son considerablemente mas. Sin
duda Cali es mas poblada de lo que se informa pero mucho menos ciudad de lo que
creemos.
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