Después de los VII Juegos Panamericanos
de 1971 se inició en Cali la perversa práctica de utilizar los parques para
ampliar vías o construir cruces viales a varios niveles, a espaldas de una
opinión pública para peor de males bastante errática. Tal vez el Parque de los
Estudiantes, junto a Santa Librada, fue el primero. Un día apareció rodeado de
bardas que nada dejaban ver y seis meses después estaba listo eso que se ve
hoy. El parque quedo mermado y destrozado y el sencillo cruce a nivel sin
semáforos que allí había fue reemplazado por los costosos, feos e inútiles
puentes que simplemente desplazaron el problema que no había hacia el norte,
donde se "resolvió" en la Cl.
5ª con Cr. 1ª y Av. Colombia, pasándolo más al norte aún, y hacia el sur en
donde seguramente estarán pensando en usar el Parque Panamericano con tal fin.
Esta
vez le llego la hora al bellísimo y desaprovechado Parque del Acueducto. Ya
comenzaron a talar los árboles para la ampliación a dos calzadas de la Avenida
de Circunvalación en su paso por allí. El
talud o el muro de contención que tendrán que hacer reducirá la zona
verde y su parte más extensa quedara en un hueco. Es el progreso, dicen, pero ni
siquiera es en beneficio de los carros pues la disminución del ancho de las
calzadas y la eliminación del separador, en este trayecto, disque para reducir
su impacto en el parque, harán la vía más lenta y peligrosa, y ya no será
posible pasar de un lado al otro de lo que quede de el. Con seguridad se pedirá
un puente peatonal para solucionar el cruce pero la continuidad espacial del
parque se habrá perdido para siempre
En
todos estos años la única "compensación" a la destrucción de los
espacios urbanos fue un despropósito igualmente nefasto: la demolición de
varias manzanas alrededor del CAM para hacer las zonas verdes que lo rodean. En
esta ciudad patas arriba se ve con naturalidad que se llenen de construcciones
las estupendas riveras del Río Pance pero no con horror la desaparición de sus
barrios tradicionales y la demolición de su patrimonio arquitectónico.
Se ha informado que los árboles del Parque del Acueducto
serán trasplantados a otra parte como si ya todo el mundo se hubiera olvidado
de lo que paso con los samanes en la ampliación de la calle 5ª, y nadie hubiera
visto la enorme cicatriz que le hicieron a los cerros para la continuación de
la Circunvalación hacia el sur. ¿ Quien va a creer que podrán traspasar los
árboles grandes, entre ellos una ceiba, que están fatalmente al lado de la vía?
Como si fuera poco se supo del proyecto de un puente que pasaría al lado de la
bella y enorme ceiba que remata la Circunvalación cuando llega a la Av.
Belalcazar y en donde desde hace años se ponen las tradicionales luces de
Navidad.
Es
conocida la urgencia de Valorización Municipal de acometer nuevas obras para
poder recaudar impuestos con los cuales pagar obras ya ejecutadas; sin embargo,
es inconcebible que sólo se les ocurra la construcción de puentes y el poco
profesionalismo con que se planean y diseñan. Víctima de una
"puentemanía" que ingenuamente se creía extirpada hace unos años, es
muy preocupante su renovado resurgimiento en Cali: no solamente se pretende
seguir el modelo obsoleto de la ciudad moderna, surcada por autopistas y
viaductos, sino que se destruyen obras tradicionales, supuestamente protegidas
por ser parte de nuestro patrimonio urbano, como el hermoso y viejo puente del
ferrocarril sobre la Cr. 8ª demolido para enderezar el transito en sentido
inverso que generó la equivocada salida de la Central de Transportes. O,
próximamente, la emblemática portada español californiano del acueducto a
presión de San Antonio, inaugurado en la década de 1920.
Tal
parece que la vida en este país está amenazada por la guerrilla y los
delincuentes, y la calidad de vida por el Estado, en este caso el Municipio.
¿Donde estarán los activistas de lo verde que impidieron la construcción de el
Centro Cultural en la llamada manzana T? ¿Donde la CVC? ¿Donde el Ministerio
del Medio Ambiente? ¿Donde la opinión pública?
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