Ir al contenido principal

¿Hasta cuando?. 28.07.2003


Los alcaldes, gobernadores y hasta presidentes han sido muchas veces los peores depredadores de nuestro patrimonio urbano y arquitectónico. El Presidente Santos demolió dos de los mas bellos claustros coloniales de Santa Fe de Bogotá para construir edificios modernos para los ministerios y un alcalde destruyó en Cartagena todo un costado de su magnífica muralla, única completa en América, para construir una avenida. Por lo contrario, el General de Gaulle, por ejemplo, salvó a París de la moda de los rascacielos inventándose La Défense.
En Cali la tumbazón oficial comenzó al menos en 1925 con la demolición de la torre mudéjar de San Agustín para ampliar la carrera cuarta (después siguió el claustro y por último la iglesia), y desde entonces los alcaldes no han parado de tumbar casas “viejas” para ampliar calles y avenidas. Un gobernador y un alcalde son los responsables de que se demoliera sin necesidad real alguna el viejo Palacio de San Francisco y el cuartel del Batallón Pichincha con motivo de los VII Juegos Panamericanos de 1971. Poco después otros alcaldes dejaron tumbar el Hotel Alférez Real y el Club Colombia. Otro demolió el puente del ferrocarril sobre la carrera octava en lugar de enderezar el transito invertido que había generado el Terminal de Buses. Y otro mas cedió recientemente para una cárcel improvisada las bodegas del ferrocarril que acababan de ser restauradas. ¿Cómo exigirle a los particulares la conservación del patrimonio si los mismos gobernantes dan el peor ejemplo?
Antes todos creían ingenuamente en la modernidad y el progreso pero poco a poco se hizo evidente que detrás de la tumbazón estaban agazapados con frecuencia mezquinos intereses puramente comerciales. Hoy ningún funcionario aceptaría al menos de boca para fuera la destrucción del patrimonio pero desafortunadamente quedan muchos que en el fondo de su insensibilidad sin alma siguen creyendo que borrando su pasado las ciudades progresan y se modernizan, o que cínicamente venden su silencio o justifican su complicidad con una retórica ignorante.
Por eso se sabía que la bella casa español californiano que el arquitecto francés Maurice Laurent levantó en la década de 1940 para Gustavo Lloreda y Cecilia Cabal en Santa Teresita, en donde funcionó por muchos años el Museo de Historia Natural, estaba en peligro desde el momento mismo en que este fue trasladado a la calle quinta. Allí otro alcalde y otro gobernador auspiciaron la demolición del Colegio Alemán, que perfectamente se habría podido reaprovechar con ese fin. La casa, propiedad del Departamento del Valle del Cauca, es uno de los mejores ejemplos de la variante mas común en Cali de la arquitectura neocolonial difundida a partir de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929, pero no se les ocurrió nada distinto que abandonarla y ahora quieren venderla a un particular que tiene la intención de demolerla, junto con la casa vecina, también español californiano y patrimonio de la ciudad, para hacer un supermercado.
Seguramente las dos tendrán el destino que aquí suelen tener la belleza, el patrimonio y las tradiciones: desaparecer. Pero al menos sabremos quienes son los irresponsables que disponen torpemente y a su antojo de nuestra memoria colectiva con nuestros impuestos. Y cuando menos lo piensen llegará un día en que no los elegiremos mas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta co...

El estado de la cuestión. 21.02.2024

 Se trata de la base teórica sobre la que se sustenta un escrito, o que se rebate en su desarrollo posterior, y que forma parte del mismo. Pero si bien es lo ético en una columna de opinión, debería ser obligatorio en toda propuesta para la ciudad, lo que no suele suceder en Cali en donde cada cuatro años cada nuevo Gobierno Municipal simplemente ignora las propuestas de los anteriores e improvisa otras. Es lo que ahora hay que evitar en el caso del interés actual por el Centro de la ciudad o la propuesta para el Tren de cercanías, la que primero que todo se debería sustentar en la conformación del Área Metropolitana de la ciudad a partir de la que de hecho ya existe. El Área Metropolitana es la que engloba una ciudad principal (la metrópolis) que le da su nombre, y una serie de ciudades dormitorio, industriales, comerciales o de servicios (Wikipedia). Por eso la de Cali no se debe confundir con la región de ciudades del valle alto del rio Cauca, que se extiende de la Virginia a Sa...

El corazón del mundo. 07.10.2020

        Muchos se preguntarán ¿para dónde vamos? y para entenderlo es preciso saber de dónde venimos; interpretar el pasado como lo hace Peter Frankopan en su libro de 2015, cuyo subtítulo es ‘Una nueva historia universal’, concluyendo cómo después de miles de años de lucha por el poder, y las guerras que esto ha ocasionado, los retos de las próximas décadas son el cambio climático, el veloz aumento de la población, la escasez de recursos, el resurgimiento de las ideologías y los cambios de poder de Occidente a Oriente (p. 592), asuntos que afectarán a las ciudades de alguna manera, y por supuesto ahora hay que agregar la crisis sanitaria, económica y de la vida cotidiana de 2020.       La realidad del cambio climático se manifestará en la reducción del uso de combustibles de origen fósil, generadores de gases de efecto invernadero que lo causan, usados por los motores de combustión interna, principalmente por los automóviles particulares con mínimos p...