Ir al contenido principal

2.005 sueños. 30.12.2004


Muchos andenes en Cali podrían ser amplios, llanos, sencillos, continuos y arborizados (como en París) y algunos con cicloruta (como en Berlín). Por ellos se podría ir caminando o en bicicleta a un eficiente, agradable y económico tren ligero eléctrico de superficie (como en San Francisco) que iría de Yumbo a Jamundí por el medio de un bosque tropical (como ni siquiera Rio de Janeiro), alimentado en las avenidas transversales principales por buses articulados movidos con alcohol vallecaucano, y en las demás por los mejores de los buses y busetas que actualmente circulan por la ciudad.
Un buen sistema de transporte metropolitano nos educaría (como en México o Caracas). Pero no se trata de prescindir de los carros (como en Venecia, Brujas o Ámsterdam que nunca los tuvieron ni necesitaron) pero si que podamos volver a caminar con seguridad, rapidez, comodidad y placer por nuestras calles que son las que nos unen y civilizan aquí y en todas las ciudades (como en Buenos Aires, por ejemplo) pues las civilizaciones siempre lo han sido urbanas (como Atenas o Roma).
Los andenes son inversión social (como en Manizales). Hay que ampliarlos, nivelarlos y limpiarlos de carros, ventas, talleres, escombros, basuras, casetas, publicidad y vendedores informales, aprovechando que un verdadero sistema de transporte colectivo conlleva la recuperación las calles para la gente (como en Caracas), lo que con mejor educación ciudadana mejora la calidad de vida en las ciudades (como pasó en Bogotá). Lo demás es justicia y seguridad; y trabajo bien pagado con que cubrir vivienda, salud, educación formal y recreación…pues a veces los sueños se vuelven realidades. Pero primero hay que soñarlos.
Hay que invitar a los caleños ricos a caminar por el centro aprovechando que es pequeño y el clima benigno; y a todos a hacerlo solo por las aceras y a cruzar únicamente por las esquinas y “cebras” (como en Londres). Sería muy caminable si tuviera andenes anchos (como Manhattan) y contara de nuevo con calles para la gente (como en Barcelona, Sevilla, Viena o Praga) y no solo para los carros. Calles que Cali tuvo hasta que se metió en ellas el primer carro sin sospechar la fatal metástasis que se produciría
En el centro podría haber parqueaderos bajo las plazas y la circulación estar restringida (como en Madrid). Reducir el ancho de sus calzadas haría el transito mas ordenado y menos agresivo, liberando área para que podamos caminar soñando con una mejor ciudad (como en Quito). Se podría terminar de peatonalizar la calle 12, desde el Palacio Nacional -allí podría estar el despacho de la Alcaldía- hasta el nuevo Palacio de Justicia, como se propuso para los 450 años de Cali y se insistió de nuevo el año pasado en el Plan del Centro Global. Y la carrera 6ª, desde la bellísima Torre Mudéjar hasta la colina de San Antonio y su ensoñadora capilla.
Los vendedores informales (que no ambulantes) se podrían organizar en los espacios sobrantes de las calzadas, manteniéndolos en las calles que es en donde tienen su clientela, pero por supuesto pagando un derecho. Estarían debajo de grandes y altas cubiertas (como en México) para que no invadan los andenes –actualmente estrechísimos- convirtiéndolos en una pesadilla sin la tradición, belleza y gracia de los densos y animados zocos islámicos (como los de El Cairo o Marrakech).

 


Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta co...

El estado de la cuestión. 21.02.2024

 Se trata de la base teórica sobre la que se sustenta un escrito, o que se rebate en su desarrollo posterior, y que forma parte del mismo. Pero si bien es lo ético en una columna de opinión, debería ser obligatorio en toda propuesta para la ciudad, lo que no suele suceder en Cali en donde cada cuatro años cada nuevo Gobierno Municipal simplemente ignora las propuestas de los anteriores e improvisa otras. Es lo que ahora hay que evitar en el caso del interés actual por el Centro de la ciudad o la propuesta para el Tren de cercanías, la que primero que todo se debería sustentar en la conformación del Área Metropolitana de la ciudad a partir de la que de hecho ya existe. El Área Metropolitana es la que engloba una ciudad principal (la metrópolis) que le da su nombre, y una serie de ciudades dormitorio, industriales, comerciales o de servicios (Wikipedia). Por eso la de Cali no se debe confundir con la región de ciudades del valle alto del rio Cauca, que se extiende de la Virginia a Sa...

Viaje a la arquitectura

  Recorriendo su bello país de la mano de José Saramago (Azinhaga, Portugal 1922-2010 Tías, Las Palmas, España, Premio Nobel de Literatura de 1989) de octubre de 1979 a julio de 1980, es muy grato encontrar a lo largo de Viaje a Portugal, 2022, más de 726 páginas de comidas, bebidas, gentes, paisajes, plazas y parques. Y capillas, iglesias, palacios, castillos y murallas -17 declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco- la gran mayoría muy interesantes para entender, con las palabras de Saramago, en qué consiste lo emocionante que pueden ser, y por qué “la utilidad no es incompatible con la belleza” (p. 450) y que “la arquitectura, sólo por sí, puede hacer feliz a un hombre” (p. 439). Escribiendo sobre la iglesia del Senhor Bom Jesus, en Matosinhos, dice Saramago que su arquitecto, Nicolau Nasoni (San Giovani, Valdarno, Italia 1691-1773 Oporto, Portugal) supo “entender los misterios del granito lusitano, darles espacio para llegar mejor a los ojos, alternando lo oscuro de la...