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El del Pacífico. 23.12.2004


Bienvenida la iniciativa de los municipios del Pacifico para conformar su propio departamento, noticia de verdad a la que la prensa local no le dio importancia. Todos ganaríamos. Ellos tendrían su correspondiente burocracia mas cerca, en Buenaventura, que por supuesto es su capital natural, pues ya es bastante lejos llegar hasta allí para tener seguir después a Cali. Y nosotros nos podríamos concentrar en el valle geográfico del Alto Cauca y el área metropolitana de Cali que es donde en realidad habitamos. Y nada nos impediría conservar su maravillosa música pese a que son pocos los caleños que la oyen. (Tal vez eso explique nuestra violencia pues como dice el viejo refrán árabe no hay que temer en donde se oye cantar pues son los hombres malos los que no saben hacerlo; y aquí la música, como tantas otras cosas, siempre ha sido prestada.)
          En lugar de cabildear para impedir que los costeños del Pacifico logren su autonomía (siempre pensamos que los costeños solo son los del Caribe), deberíamos es hacerlo para que los municipios del norte del Cauca y del sur de Risaralda pasen administrativamente a formar parte del Departamento del Valle del Cauca, al que pertenecen geográfica e históricamente desde que existen. Y para que formemos una identidad política regional fuerte que reúna a todo el sur occidente del país, desde Nariño, Cauca y Valle hasta Risaralda, Quindio y Caldas, incluyendo desde luego el nuevo departamento, que se defienda del centralismo bogotano (alguna vez por esto mismo pertenecimos a la provincia de Quito) y equilibre la exclusión antioqueña empeñada en su propio puerto sobre el Pacifico pese a sus inconvenientes.
          Una de las razones que explica muchas deficiencias en el Departamento del Valle del Cauca es que su alcance político administrativo no se superpone limpiamente sobre la contundente realidad geográfica de lo que llamábamos la comarca. Nuestra historia regional, ligada a la del Gran Cauca, se suele confundir entre los vallecaucanos, ahora que muchos no son vallunos, con la del nuevo Departamento. Pero este solo existe desde 1910 y por razones externas como el Canal de Panamá y la carretera y el ferrocarril a su puerto, que es lo que siempre ha sido Buenaventura para el Valle. Tampoco nos damos cuenta de que al sur de Cali, pasando el Cauca, comienza otro departamento, con la misma irresponsabilidad como no nos importa que al norte, después de Sameco, comience otro municipio, ni que los caleños se puedan emborrar hasta morir simplemente cruzando el Cauca hacia el oriente.
          Con la constitución del Departamento del Pacifico quedaría sin embargo la paradoja de que en pocos años habrá mas gente de allá aquí que en la propia Buenaventura. Son pocos los caleños actuales nacidos aquí de padres también nacidos aquí y mucho menos de abuelos nacidos aquí. Somos hoy por hoy una ciudad de inmigrantes campesinos con todo lo que eso implica. Y el problema no solo es que no tengamos raíces en la ciudad sino que la clase dirigente local se ha encargado de destruir o dejar destruir la mayoría de su patrimonio construido. Da pena la lista de los espacios urbanos, edificios y monumentos que demolimos, pues como si fuéramos nuevo ricos de pronto nos parecieron viejos, que nos hubieran ayudado a identificarnos con una ciudad de la que muchos aun no son ciudadanos a cabalidad.

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