Dice Christiane Zschirnt (Libros / todo
lo que hay que leer) que el comportamiento que asumen discretamente los
usuarios de un ascensor para que todos estén lo mas confortablemente posible y
se sirvan de el con eficiencia es, en una palabra, civilización. Es decir que
aquí somos poco civilizados: la mayoría de la gente quiere entrar sin respetar el
turno y antes de que los que están adentro salgan; se paran junto a la puerta
pues no confían en que los otros les facilitarán la salida y muchos hablan como
si no hubiera nadie mas, no piden
permiso para nada ni dan gracias; los que se quitan para dejar salir a
los otros corren el peligro de quedarse afuera pues rápidamente siempre hay
alguien que oprime el botón de cerrar como si fuera solo.
En
Vancouver la Real Policía Montada investiga porqué unos árboles permanecen sin
hojas una vez pasado el invierno, descubre que fueron envenenados y establece
que la culpable es una conocida decoradora de interiores a la que le molestaba
que le taparan la vista al mar. Fue juzgada y condenada a diez años de prisión
sin rebajas. Ella actuó incivilizadamente: se olvidó de los demás a los que los
árboles no les molestaban sino lo contrario y de que existen normas y leyes que
hay que respetar y procedimientos políticos para cambiarlas cuando es el caso.
Es decir que aquí somos incivilizados: no solo no se cumplen las leyes y normas
sino que a nadie se le ocurre cambiarlas, cuando se precisa, pues la impunidad
es muy extendida y entonces para que. Simplemente hacemos trampa o lo que se
nos da la gana pues los demás no cuentan.
Somos
incivilizados cuando nos pasamos el semáforo en rojo y aquí siempre hay alguien
que lo hace en todos, a cualquier hora y todos los días del año. Lo somos
también cuando trepamos los carros a los andenes o pitamos para que nos habrán
el garaje o para saludar a alguien. Y ni que decir de los motociclistas que
andan por las aceras, adelantan por el lado derecho, circulan en contravía, no
tienen luces ni se ponen el casco, el que además es de mentiras; no solo son
incivilizados: son bestias. Costumbre esta de circular por las noches en
contravía y sin luces en la que con alarmante frecuencia cae la policía misma,
y cuando es la autoridad la que viola regularmente las normas pues estamos
tocando fondo. Somos incivilizados cuando recurrimos a la violencia y no a las
palabras, las normas y la ley para solucionar nuestros conflictos, que es a lo
que finalmente se han comprometido 25 países en Europa.
El
proceder civilizado dice Christiane Zschirnt supone el no imponer ni importunar
a otros con nuestros requerimientos personales. Para eso existen convenciones y
modales, cortesía y autocontrol, y otras reglas que regulan el trato entre
desconocidos que se encuentran en espacios relativamente estrechos, como suele
suceder en las ciudades, al contrario del campo en donde son pocas las
personas, amplio el espacio y todos se conocen o son parientes o clientes. El
problema de ciudades como Cali es que están siendo aceleradamente pobladas por
campesinos, ricos, nuevo ricos, pobres y muy pobres, desplazados voluntaria o
involuntariamente, que no han tenido aun la educación ni la oportunidad de
aprender a ser ciudadanos. Por eso serian muy importantes aquí la educación
ciudadana de Mockus y los andenes amplios y llanos de Peñalosa.
Comentarios
Publicar un comentario