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“Colapso”. 09.11.2006



Este nuevo libro de Jared Diamond, y su conocido y premiado Armas, gérmenes y acero (1998), deberían ser lecturas obligatorias. Como lo advirtió Carl Sagan (El mundo y sus demonios,1995), solo el pensamiento científico nos puede salvar. Pero lamentablemente no lo serán; por lo contrario prevalecerán los de las diferentes manifestaciones de ese opio del pueblo del que habló Marx. Así, ¿cómo razonar con los que llaman al aborto asesinato y bebe a un embrión, tergiversando las palabras y creyendo que tienen el derecho a imponer sus creencias a los demás? Dicen defender la vida pero olvidan que la excesiva población del planeta lo está destruyendo y puede causar la muerte de muchos. Somos ya mas de seis mil millones, mas de la mitad urbanos, y para 2020 habrá al menos nueve mega ciudades con más de 20 millones cada una, la mayoría en condiciones muy precarias (UN-Hábitat de la ONU). Como si aun estuviéramos en la baja Edad Media no entienden que lo verdaderamente humano es procurar una mejor calidad de vida para la mayoría, aquí y ahora, y no después y en un inexistente mas allá.
Las cinco circunstancias estudiadas por Diamond explican, en mayor o menor medida cada una y combinadas de diversas maneras, el colapso de sociedades del pasado como la de los habitantes de la isla de Pascua, los Mayas, o los Vikingos en Groenlandia, y como ahora amenazan diversas regiones del mundo como Montana en Estados Unidos, Ruanda, Australia y nada menos que China. Y el porqué en nuestro presente globalizado el colapso de una sociedad probablemente arrastraría a otras. Siguiendo a Diamond, nuestro futuro dependerá de las respuestas que demos a nuestros problemas (todavía muchas veces equivocadas por provenir de religiones o ideologías), de la conservación de los vecinos amistosos (a través del comercio ecuánime), del manejo de los vecinos hostiles (complicado hoy por el creciente terrorismo del fundamentalismo religioso), del acomodo al cambio climático (cada vez mas agudo) y de detener el deterioro medioambiental (interrelacionado con el clima incluso en nuestro subdesarrollado país).
Como lo señala la Asociación colombiana de ingeniería sanitaria y ambiental, la contaminación producida por muchos residuos industriales y domésticos muestra la falacia del crecimiento económico y de la industrialización en aras a la modernización y el progreso. Sobre todo cuando no se consideran las ineficiencias energéticas y los límites, fragilidad e interrelaciones de los ecosistemas, recursos naturales y sociedades. Pide ACODAL que las instituciones científicas del país se expresen sobre las irresponsables decisiones tomadas al respecto por el Ministerio de Ambiente, vivienda y desarrollo territorial, dada su importancia y trascendencia internacional. Y nos recuerda que la Constitución consagra que “todas las personas tienen derecho a gozar de un ambiente sano” y que “la ley garantizará la participación de la comunidad en las decisiones que puedan afectarlo”. Pero como de costumbre, según se dice que dijo Platón, “los que son muy inteligentes como para meterse en política sufren el castigo de ser gobernados por los que son más estúpidos".

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