Tener transporte colectivo sin
antes contar con andenes, como ha pasando en las muy nuevas ciudades del país,
es un despropósito agravado por el hecho de que son muy extendidas y poco
densas. Y evidencia que la implementación actualmente de moda de sistemas de
buses articulados en varias de ellas es sobre todo un negocio muy rentable, que
a muchos despistados complace por su pretendida imagen moderna que se aprovecha
de la ignorancia de unos ciudadanos recientes y por lo tanto sin una verdadera
cultura urbana. Y, en el caso de Cali, no hacer la mayoría de los andenes y
demás espacios urbanos públicos que acompañaban los diseños del Mio, con los
que nos convencieron de sus bondades para “cambiar” la ciudad (como si se
tratara de cambiarla), no pasa de ser un nuevo engaño a la ciudadanía y por lo
menos otro mal uso de los dineros públicos. Cambio en el que muchos ingenuos
todavía creen pasando por alto que el verdadero progreso es mejorar lo
existente y no cambiar por cambiar o por estar a la (penúltima) moda de Bogotá.
La
improvisación que ahora sufrimos ha sido para evadir olímpicamente la larga y
costosa compra de predios (como se hizo al descartar la troncal de Aguablanca),
o su largo proceso de expropiación (que tiene hace mas de un año sin terminar
la de la Primera), o tener que cambiar el estatuto jurídico de los antejardines
privados (como sí se pudo hacer en Bogotá), cuyo uso público se contempló alegremente
en los diseños del Mio. (Que pese a estos recortes ya va costando casi tanto
como el tren ligero que se descarto por costoso y por que no conectaba
directamente a Aguablanca con el Centro). Pero pensar que lo primero, es decir
los andenes, se hará de último (como se está haciendo poco a poco en Medellín),
es mas una burla que una disculpa, y desde luego no una justificación que por
lo demás ni siquiera se ha aventurado aquí. El hecho elemental de que todos los
usuarios del Mio ineludiblemente tienen que desplazarse desde o hasta sus
estaciones para completar caminado sus viajes, se esta dejando cómodamente de
lado. Y un transporte colectivo sin buenos andenes que lo complementen es
incompleto por decir lo menos.
La solución es
por supuesto que el Municipio acometa dichas obras por valorización, dentro de
un amplio programa a corto plazo para dotar a toda la ciudad de andenes con
semáforos. Los complementarios del Mio simplemente serian prioritarios. Además,
cuando los peatones no se vean obligados a invadir las calzadas para poder
caminar y estas estén regularizadas, sin duda el trafico automotor se verá
notablemente agilizado sin necesidad de mas puentes; solo los estrictamente
indispensables en las intercepciones que no se puedan resolver aceptablemente
con semáforos. Tenemos que evitar que nuevamente, como de costumbre en Cali
desde los Juegos Panamericanos, hagamos las cosas mal o incompletas cuando no
ambas cosas. Exijamos un transporte colectivo al menos con los andenes que nos
mostraron en los diseños del Mio. En la medida en que la mayoría de las veces
todos comenzamos o terminamos caminando por las calles, los andenes deberían
tener prioridad en el uso del espacio urbano público.
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