No se trata del planeta ni del fin de
la especie humana. Apenas que está amenazada la vida “civilizada” a la que nos
acostumbramos en el siglo XX. Y no se trata de adivinar el porvenir si no de
conectar lo que de él se viene viendo. Como la disminución de la mortalidad
infantil y el aumento del promedio de vida en todas partes, lo que llevó a un
acelerado crecimiento demográfico, concentrado hoy en las regiones mas sub
desarrolladas. O el consumo exagerado de combustibles de origen fósil en países
como Estados Unidos y el rápido aumento de la capacidad de imitarlos de otros
muy poblados como India y China. Mucha mas gente consumiendo muchísimo mas ha
disparado la contaminación de la atmósfera y del agua dulce, el agotamiento de
esta, el aumento de las basuras, la deforestación, desertización y el deshielo,
y la desaparición de muchas especies animales y vegetales. Los inviernos son
ahora mas fríos y los veranos mas calientes, las inundaciones mas fuertes y las
sequías mas prolongadas; aumentan los huracanes destructores y sería
catastrófico si finalmente sube el nivel del mar.
De todo esto se ha
hablado mucho y hace años se comenzaron a tomar medidas al respecto pero
ninguna se ha generalizado lo suficiente. Como el Protocolo de Kyoto, que
Estados Unidos, el mayor contaminante del mundo, se ha negado a firmar. Además
hay otro tipo de situaciones cuyo efecto negativo sumado puede ser fatal. Que
se agote el petróleo antes de que sean económicas otras fuentes de energía no
contaminantes. O la amenaza de una pandemia facilitada por la globalización. O
los desplazamientos forzados de la gente. O el terrorismo cada vez mas
internacional, con mas jóvenes fundamentalistas dispuestos a inmolarse y con
mas acceso a mas armas mas letales y de mayor y mas amplio impacto en la
población. Y desde luego es cada vez mayor la posibilidad de “pequeñas” guerras
con armas nucleares (para no hablar de la III Guerra Mundial). Y todo esto
afecta en primera instancia a las ciudades, en donde ya no tenemos mas remedio
que vivir mas del 50% de los seis mil millones de habitantes de La Tierra; y
casi el 80% en el caso de Colombia.
Paradójicamente este país, que es uno de los
que tiene mas agua dulce en el mundo, que comparte la extensa selva y
biodiversidad de la cuenca del Amazonas, y que cuenta con climas benignos en
los que todo crece y se puede habitar muy bien con un mínimo de energía,
tendría mas problemas. Sus recursos naturales pasarían a ser vitales para los
que carecen de ellos. Sobre todo ahora que estamos rodeados por vecinos con
gobiernos populistas o totalitarios, y que el narcotráfico se ha apropiado de
parte de sus mejores tierras y penetrado, mediante su violencia y corrupción,
nuestra sociedad, economía, política y cultura. Por eso en Cali, que para peor
de males está en una zona de alto riesgo sísmico, necesitamos un Alcalde que se
preocupe también por estos asuntos, que la mayoría ve suicidamente muy lejanos
o como de ciencia ficción. Pero antes que proponer candidatos supuestamente
ideales lo que deberíamos hacer es informarnos mejor para que todos aprendamos
a votar bien antes de que el mundo acabe mal.
Comentarios
Publicar un comentario