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El transporte en Colombia. 28.09.2006


Primero fue de caminantes y caballeros, algunas sillas de manos, y cargadores, mulas, bueyes y carretas. Circulaban por caminos de herradura y calles si acaso algunas empedradas pero sin aceras. Estas aparecieron a finales del siglo XIX cuando se generalizaron los coches. A principios del XX los puentes y calles se comenzaron a ampliar para los vehículos automotores. Las nuevas ya fueron mas vías asfaltadas que calles. En el Valle se usaron aviones regularmente a partir de 1921, los barcos a vapor iniciaron la ruta  Cali-La Virginia desde 1888 y el ferrocarril se utilizó a partir de 1882. A su llegada a Cali, en 1915, se construyo un tranvía local complementado por victorias, hoy lamentablemente desaparecido y estas eliminadas. Pero en muchas ciudades aun forman parte del transporte publico. Como en Luxor, Egipto, donde hay muchas, aunque mayoritariamente las usen turistas y enamorados, como en Nueva York, Viena, Ámsterdam, Sevilla o Cartagena. ¿Será que Cali no tiene turistas ni enamorados, y que al parecer en Palmira se avergüenzan de ellas?
Dice Cabrera Infante (El libro de las ciudades, 1999) que los taxis son el reflejo de cada país. Aquí serán los buses articulados. Invadirán con sus exageradas estaciones y puentes peatonales como de ciudad de hierro, anchos pero inútiles separadores viales y encementados carriles solo-bus, las pocas avenidas de nuestras ciudades. Olvidamos que estas se caracterizan precisamente por no tener nada en medio, e ignoramos el ejemplo de San Francisco, Estambul o Atenas, cuyos trenes ligeros, como el que se pensó para Cali, circulan junto con los carros y tienen paradas eficientes pero discretas. Y por supuesto los buses articulados van en el resto del mundo por calles comunes pues justamente para eso se diseñaron. Como en el centro histórico de Quito. En Cali no entendimos que su estructura vial no facilitaba aplicar tal cual el modelo de metro de superficie de Curitiba, y desaprovechamos irresponsablemente la existencia de un corredor férreo, recto y a nivel, por el medio de la ciudad, pasando por alto que la movilidad en la ciudad incluye diferentes medios.
Que maravilla sería un tren ligero entre Yumbo y Jamundí (que deberían ser parte del área metropolitana de Cali), con un ramal a Palmira con parada en el aeropuerto (que ha debido quedar entre La Recta y la vía férrea y mas cerca a Cali), y buses articulados y comunes alimentando estas rutas vertebrales. Todo bajo una sola autoridad y un solo pasaje. Y ciclorutas en las vías mas importantes y espacio para bicicletas en vagones y buses. Y andenes muy anchos, continuos, a nivel, llanos y arborizados por los cuales caminar a los paraderos, en donde también habría taxis. Y semáforos en las esquinas con tiempo para los peatones, y muchos pasos pompeyanos. Y trenes entre Popayán y Pereira, y Buenaventura y Palmira, cruzando por Cali, y barcos navegando con turistas, papayeras y caña de azúcar por el Río Cauca (como hace tantos años que ya lo olvidamos). Pero mejor hay que prepárese para pagar las innecesarias intercepciones con puentes que se seguirán haciendo y dejando incompletas como si ese fuera ahora nuestro destino.

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