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La muralla de la 15. 04.12.2003


Cali nunca tuvo murallas, en la colonia fue apenas una pequeña villa, pero pronto tendrá una. Su centro quedará no solo atravesado por una trinchera, como acertadamente pero sin querer a llamado el presidente de Metrocali a la zanja que a mala hora se empeña en hacer por la calle 13, sino que a dos cuadras al oriente se levantará una muralla paralela que a intervalos bloqueará, y no solo visualmente, la calle 15. Las tres estaciones que se construirán allí para el MIO ocuparan la mitad del trayecto pues, pese a que deberían tener solo unos 70 metros de largo para que no se atraviesen en las bocacalles, serán de mas del doble cada una. Y por supuesto los muchos buses articulados que se concentrarían en esa vía la ocuparan completamente, con el agravante de que, como en Bogotá o Medellín, parte de los actuales continuarían circulando por mucho tiempo por alguna otra calle cercana.
Al contrario de lo que creen los que pensando con el deseo o el bolsillo claman que el MIO será la salvación de la ciudad, su improvisación manifiesta no solo será su entierro sino la aceleración del deterioro de su centro, lo cual es muy grave especialmente en una ciudad que como Cali, pese a su tamaño –o por él- tiene tantas carencias. Se está cometiendo el mismo error de las rutas de los buses existentes al pretender pasar varias de las troncales del MIO por las mismas calles y con los mismos lugares para los paraderos. Y creer que tienen que estar lo mas próximos posibles a la Plaza de Caicedo como si los caleños no pudieran caminar y todos fueran a engrosar el tumulto de desplazados, desempleados y trabajadores informales que pasan el día allí. No hemos podido entender que el MIO no se puede calcar tal cual del TransMilenio.
Seguramente pronto se terminaría la “muralla” de la 15 pero lo mas probable es que la “trinchera” de la 13 se prolongue por varios años mas como pasa con la ampliación de Circunvalación hacia el sur. Pero al contrario de esta vía, que al menos se puede utilizar por su calzada inferior, de sur a norte, de nada servirá el MIO por la 15 si no puede funcionar con su par vial por la 13. Y, al contrario de la Circunvalación, que está en el borde de la ciudad, el hueco inundado, los puentes provisionales de tablas, las tuberías rotas y el barro y las volquetas que lo retiran ruidosamente, o en su defecto el polvo en el verano, estarán perturbando el centro quien sabe por cuantos años mas. Por eso los metros, entre otras cosas, se hacen preferiblemente perforando túneles y no cavando zanjas.
Pero lo verdaderamente grave no son solo los problemas de ingeniería ni el sobrecosto (que pagaremos los caleños) ni la inseguridad e incomodidad que representa para sus usuarios el hundimiento del MIO en la 13, y su construcción, sino la doble barrera que junto con la muralla de la 15 se crearía en el espacio público. Por eso precisamente se derribaron las murallas en Europa y otras partes del mundo cuando dejaron de ser militarmente útiles y antes de que se volvieran los rentables atractivos turísticos que son hoy, tanto que los chinos reconstruyen la bellísima muralla que tuvo Beijín. Cosa que por supuesto nunca serán la trinchera de la 13 ni la muralla de la 15, que solo se convertirían en nuevos monumentos a la improvisación y desgreño con que en las últimas décadas hacemos casi todo en Cali.

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