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Los “parqueaderos” del centro. 10.02.2005


Anuncia Germán Arboleda, Director de Planeación Municipal, un estudio de factibilidad para construir sendos estacionamientos públicos debajo de la Plaza de San Francisco y el Parque de los Poetas. Excelente iniciativa la suya de retomar al menos esos dos proyectos de los muchos propuestos en el Plan del Centro Global, encomendado a la Sociedad de Mejora Publicas por la pasada Administración, que a su vez los retomo de estudios anteriores como el Plan del Centro, para los 450 años de la ciudad, dirigido por la arquitecta Liliana Bonilla cuando fue Directora de Planeación durante la alcaldía de Julio Riascos y realizado por la Universidad del Valle. Posteriormente el Grupo Ciudad propuso algunas ideas para el Parque de los Poetas y una de ellas, publicada en la revista PROA, era un edificio de cuatro sótanos y cuatro pisos de parqueaderos con comercio en el primero y un restaurante en el ultimo, que reemplazaría el volumen desafortunadamente perdido del Hotel Alférez. Finalmente, la SCA hace unos meses viene promoviendo un concurso para la remodelación de la Plaza de San Francisco, que incluiría un estacionamiento subterráneo.
          Cada vez hay mas consenso sobre la necesidad de hacer grandes estacionamientos debajo del espacio publico en el centro de la ciudad como es usual en muchas partes. Estos pueden darse en concesión o construirse por valorización. Serian un paso definitivo para la recuperación del centro y con él, de la ciudad toda. Si finalmente se realizara en las antiguas instalaciones de la Industria de Licores del Valle el centro de ferias y exposiciones, y el futuro centro de convenciones se hiciera en la manzana T prima o en el Calvario, por ejemplo, y no extramuros, en donde a los únicos que favorece es a los propietarios de tierras que “regalan” el lote (como paso con la Universidad del Valle), Cali comenzaría a encontrar su futuro como ciudad adentro y no afuera. Solo faltaría que la gente regrese a vivir al centro, lo que poco a poco se esta dando, como lo demuestra la afortunada iniciativa de hacer un centro comercial en pleno Centenario, o el auge de Granada, El Peñón o San Antonio. Así lo harán muchos, con excepción de los esclavos de la movida de los colegios al sur de la ciudad cuyo destino manifiesto es Jamundí.
          A la reciente columna de Héctor Abad Faciolince, Un continente desaparecido (revista Semana) alusiva a la creciente pobreza intelectual, artística y política de América Latina, comparada con la de hace medio siglo, solo habría que agregar que Colombia está desaparecida en él y que Cali está a su vez desparecida en el país. ¡Tres veces desaparecida! Por eso aquí tiene que ocurrir algo pronto. Y un claro indicio es lo que esta pasando en los barrios centrales mencionados. El buen diseño (o casi), las construcciones bajas y paramentadas, el blanco (siempre mejor), el buen gusto (o casi), los restaurantes (muchos casi muy buenos) y el comercio sofisticado, rodean cada vez mas el centro de la ciudad. Solo faltan amplios y llanos andenes arborizados y sin postes ni cables ni carros trepados en ellos, y grandes parqueaderos públicos subterráneos estratégicamente emplazados. Y muchas otras cosas, por supuesto. Como el MIO, que sería sin duda un éxito si se corrigen los errores cometidos en Bogotá con el TransMilenio en lugar de decirnos mentiras piadosas.

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