Ir al contenido principal

Pereira, si: Pereira. 09.08.2007


Dice el arquitecto Eduardo Rojas, con las razones citadas abajo y que cualquiera puede comprobar, que encontró un ejemplo de que aquí si puede haber una buena ciudad. Recuerda que en la facultad nunca le hablaron de Pereira, no estando muy lejos de Cali, y que por lo que sabe allá no existe una reconocida facultad de Arquitectura. Y se pregunta porque es mejor que Cali. Es el tipo de cuestionamientos que nos deberíamos hacer, y que algunos hemos hecho desde hace años, pero la verdad es que las respuestas son inconveniente para muchos. Tanto para los que han (des) orientado a Cali, desde el sector público como el privado, como para los arquitectos que la han (mal) diseñado en las ultima décadas. Pero incluso los que lo han hecho bien han permanecido cautelosamente callados, como en general todos nuestros arquitectos, con ocasionales pero importantes excepciones como el desaparecido Grupo Ciudad, o la SCA, la que desafortunadamente abandono la columna institucional que tuvo en una revista de El Pais hace algunos años.
          “En todo el centro de Pereira –como dice Rojas- hay andenes amplios y a nivel, adoquinados en el mismo material que la zona de transito vehicular (seria el paraíso de los discapacitados), son de muy poca altura y no esos turupes que usualmente solemos encontrar aquí […] su sistema de transporte masivo es armónico con la calle, no son dos carriles forzadamente puestos en una calle estrecha sino que todo fue generosamente pensado para que tanto el vehículo publico y el privado puedan transitar sin ningún problema […] sus mas nuevos edificios comerciales están insertados y juegan un papel fundamental con el espacio publico (el centro comercial Victoria Plaza y mas aun, asombrosamente, el Éxito) y el centro esta en un proceso de reconstrucción en el cual están demoliendo viejos edificios que ya se habían convertido en ollas desde hace rato, mejor dicho es todo un ejemplo para Cali y por no ser una ciudad tan grande como Bogotá o Medellín, las intervenciones urbanas son aun mas notorias. Y ni hablar de las vías principales de acceso y salida de la ciudad, asombrosamente también tienen muy buenos andenes.”
          Pero es que los responsables de la Cali de hoy han sido esos que creen que es moderna por sus edificios innecesariamente altos, que llaman torres con orgullo, o por sus muchas intersecciones a dos niveles, la mayoría de ellas inútiles, o por sus aparatosos puentes peatonales, que muchos no puedan usar. Que sueñan, viendo las florecitas amarrillas de los corredores del Mio, con los azules buses articulados que algún día pasaran por la Calle Quinta pues de sus verdes samanes ya no se acuerdan. Los que no conocen andenes de verdad y se avienen a caminar por las calzadas, ni semáforos con tiempo para los peatones y cruzan las calles corriendo. Los que trepan sus carrotes en antejardines y aceras y consideran como cosas viejas el patrimonio construido y las ciudades de calles paramentadas de alturas regulares. Los que no conocen a Pereira o que cuando ocasionalmente pasan por allí (suelen volar a Bogotá, Medellín o Cartagena y de preferencia a Miami) no la ven pues no saben que mirar ni para qué.
         

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta columna en el concurso para la Manzana T´ y re

Equilibrio. 03.06.2020

En la medida en que se hace necesario prolongar el aislamiento es preciso, además de las nuevas excepciones, que se corrijan algunos desaciertos ya señalados en los medios por columnas de opinión, entrevistas e información al respecto, y considerar que la situación es diferente en cada población del país, como lo es la de muchos municipios a los que no ha llegado la pandemia y por tanto la única medida a tomar es impedirlo controlando la entrada y salida de sus habitantes. Que la información que se suministre sea completa, pertinente y debidamente documentada (y no datos inconexos que generan alarma a base de exageraciones) para que sea útil al poder compararla con la de otros países, especialmente con los que se comparten aspectos geográficos, económicos, sociales, culturales y étnicos, como Panamá, Venezuela o Ecuador de los que a excepción de lo de Guayaquil muy poco se ha informado, y casi nada del pertinente ejemplo de Costa Rica. No se ha entendido que a los adultos mayores, sano

La montaña rusa. 27.09.2001

Si; se trata de la ampliación de la Avenida de Circunvalación: una obra sin lugar a dudas torcida. ¿Es que nadie se da cuenta? Curvas que se pegan a otras curvas, en fuerte pendiente. Allí se ignoraron las mas elementales normas del diseño vial. Sus carriles desaparecen o se estrechan como si los carros fueran de caucho. Calzadas para tres carros y medio... como si   fuéramos tontos. ¿Lo somos? Por supuesto su pavimento variopinta, remendado y discontinuo no es lo de menos: ilustra la mentalidad de sus gestores, diseñadores, constructores e interventores. Y la de la opinión pública en Cali que solo se preocupa (los que se preocupan) de que este nuevo esperpento no esté ya terminado.           Para hacer semejante adefesio, financiado, junto con sus inevitables serruchos, con el dinero de los contribuyentes, se talaron muchos árboles del Parque del Acueducto, incluyendo la palma abrazada por la ceiba, y nunca se supo que pasó con los que supuestamente se trasplantaron. Con permiso d