Por supuesto que está muy bien que se castigue duro
a los que causan accidentes, heridos y muertos por que están conduciendo un
vehículo bajo los efectos del alcohol, y también debería serlo bajo los de drogas
como la mariguana, la cocaína u otras. Y si bien es cierto que el alcohol
afecta de manera muy diferente a las distintas personas y que depende mucho de
la cantidad ingerida, la comida con la que se lo acompañe y el tiempo que ha
pasado, la dificultad de medir la incapacidad resultante para manejar
correctamente lleva a adoptar la cero tolerancia. No hay de otra.
Acostumbrémonos al conductor escogido, a compartir carro con los amigos, usar
taxis y
solicitar un conductor, cuando sea del caso, a cualquiera de los
servicios que lo prestan, de lo que deberían ser facilitadores los bares y
restaurantes.
Pero lo
sorprendente de todo esto es que los accidentes debidos al alcohol son en
Colombia una mínima parte del total, y que sin duda muchos de ellos se deben es
el pésimo estado de las calles, su pésima demarcación y señalización, y la
epidemia de “policías acostados”, además de que la gente en este país no sabe
manejar correctamente. Y muchos accidentes que se adjudican de inmediato al
exceso de velocidad o al alcohol, son debidos a lo dicho arriba. Con lo que se
sigue que los causantes de la gran mayoría de los accidentes son las
Autoridades responsables de las vías, de su correcta demarcación y
señalización, y de controlar que los conductores sepan hacerlo adecuadamente,
pero a ellas nunca les cae todo el peso de la Ley, y por lo contrario la
desafían con su recurrente ¿usted no sabe quien soy yo?
Y mucho menos se
responsabilizan de esa mayoría de muertos ocasionados por los carros, y que son
peatones que no tienen andenes para caminar ni pueden cruzar por las esquinas
por pasos peatonales con semáforos, y ni hablar de las “cebras” o los “pasos
pompeyanos” que en este país que cuando existen nadie respeta o están mal
ubicados. La Calle 5º en Cali, por ejemplo, con sus carriles exclusivos para el
Mio y los denominados “mixtos”, constituye una larga barrera urbana que
ocasiona accidentes permanentemente. Y por supuesto decir que es por que los
peatones no usan los puentes peatonales raya en el cinismo, pues están
separados mucho unos de otros y los mas necesitados no los pueden usar por sus
largas escaleras y rampas interminables. Lo único que falta es que les echen la
culpa por que caminan borrachos
Ni tampoco
responden por los motociclistas, que sí
manejan como si estuvieran borrachos y siguen a los peatones en numero
de muertos, y a los que se sepa no controlan si están en capacidad de conducir
sus motos; solo les piden “papeles”. Con tanta gente andando en moto de
cualquier manera y por cualquier parte, era de esperar que las Autoridades se
apersonaran del asunto, pero nos quedamos sin
saber si la “motovía” si funcionó en Cali. En conclusión, la principal
razón para tener los cinco sentidos libres de alcohol es poder esquivar los
huecos, parar intempestivamente en los “policías acostados”, seguir carriles
que no existen, atender señales contradictorias o que no se pueden ver, y
esquivar a los que no saben manejar. Los cinco verdaderos causantes de los
accidentes, y que dependen es de las Autoridades.
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