Comenzó bien el nuevo Secretario de Tránsito y Transporte poniendo
separadores en los sitios más necesarios para que los caleños comiencen a
respetar los carriles de las vías, y que por ser bajos permitan pasar por
encima en casos de emergencia. Lo que
hace lento el transito es que en esta ciudad nadie circula por ellos…y la
verdad es que con mucha frecuencia simplemente no es posible. Por lo que ahora
el Secretario Hadad tendría que ocuparse de su correcta demarcación, pues la
mayoría de ellos no existen, están borrados, o mal trazados. No empatan de
cuadra en cuadra y no se agregan ni desagregan, si no que se dividen o
juntan. Son mal concebidos, insuficientes
o redundantes y finalmente caóticos, como en general las demarcaciones y
señales de trafico de la ciudad. Tampoco hay suficiente espacio para los
entrecruzamientos (pasar de un carril a otro) ni los caleños saben que es eso y
se “tiran” a la brava en diagonal, como sucede a los dos costados del Río Cali,
enfrente del Hotel Intercontinental, para nombrar solo un ejemplo, dos en
realidad, a la vista de todos.
Además, las soluciones puntuales
dependen de un Plan vial, que dado el desorden del trazado de Cali es sin duda
complejo. Por eso hay que retomar a gran escala el ejemplo de la traza
ortogonal y abierta de nuestras ciudades coloniales, y solucionar sus cruces
mediante semáforos sincronizados y no con puentes que tapan el paisaje y que se
demuelen a los pocos años para hacerlos de nuevo, para satisfacción de los
contratistas de obras públicas y funcionarios corruptos. Consolidar las vías
arterias siguiendo recorridos sinuosos, como de senderos en el campo y que no
la cruzan de lado a lado, es lo que ha conducido al caos actual de su movilidad,
de la mano de la propiedad privada del suelo urbanizable, que ha llevado a que
Cali crezca sin planificación efectiva alguna, pese a que nunca tuvo tantos
“planes” como ahora. Antes su crecimiento era sencillamente parte de su
cultura. Además, como dice Víctor Paz, citando el libro de C. B. Leinberger, The option of Urbanism, 2009, el camino
indicado es volver a un "urbanismo caminable" en el centro en lugar
de los "suburbios manejables".
A
partir del eje Norte- Sur del Corredor férreo, en el que es urgente consolidar
el par vial de la 25-26 (como se ha insistido en esta columna), habría que
empatar el largo tramo de la Calle 5ª que discurre paralelo al mismo, es decir
con la misma dirección, con otras vías existentes que tengan la misma
orientación, hasta lograr que la “nueva” vía atraviese por completo la ciudad
de Yumbo a Jamundí. Igual procedimiento habría que hacer con la (mal) llamada
autopista sur-oriental, que debería pasar a ser una arteria Norte-Sur, y con la
Avenida Ciudad de Cali (aprovechando para cambiarle su demasiado largo nombre).
En sentido Este – Oeste habría que hacer lo mismo a ambos lados del par vial
del Río Cali, y completar este de tal manera que se baje por su orilla derecha
y se suba por la izquierda a todo o largo de su recorrido por la ciudad, la que
precisamente se trazo en 1536 paralela al mismo. Sin todo esto, lo que comenzó
bien Hadad terminará mal cuando en un par de años ya no sea mas Secretario de Tránsito…a
menos de que pase a ser Alcalde, como ya comenzaron a decir.
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