Ir al contenido principal

El parque del agua. 21.08.2008

Sería lamentable que un muy bueno y oportuno aporte para la ciudad, liderado por la Cámara de Comercio de Cali, se viera frustrado por insistir en hacerlo en donde no se debería. El hecho es que Mauricio Sánchez, miembro de la Junta de Acción Comunal de San Antonio y los muchos vecinos de San Antonio que se han manifestado al respecto, tienen toda la razón en oponerse a la modificación radical, con senderos, edificios y estacionamientos, del actual Parque del acueducto. Es todo un despropósito que para hacer algo bueno haya que eliminar otra cosa igualmente buena, y sin duda el parque existente allí es el mas bello de Cali, y, contrario a lo que se ha dicho, no precisa de ninguna intervención, aparte de retirar los “mogadores” y columpios que últimamente se le pusieron. Y por supuesto un mejor conocimiento de las implicaciones urbanas y ambientales del proyecto nos debería incumbir a todos,  por su importancia, significado y costo para la ciudad, comenzando por el Alcalde, la Secretaría de Planeación, el Concejo de Monumentos y la Sociedad Colombiana de arquitectos.
          Los caleños tenemos que comprender que lo grave es que así es como se ha destruido nuestro centro histórico a lo largo del siglo XX, y con ello comprometido nuestra identidad. El Teatro Municipal, por ejemplo, se hubiera podido hacer en otra parte, sin tener que demoler las casas que allí existían, no importa que estuvieran abandonadas, pero lo que se quería, además de tener un nuevo teatro (el anterior en la Plaza era ya una vergüenza), era cambiarle la imagen a la nueva capital del nuevo departamento. Y lo mismo sucedió después con la nueva Gobernación, que se pudiera haber construido sin tener que demoler el Palacio de San Francisco, y con el Cam, que no implicaba eliminar el cuartel del Batallón Pichincha, sino simplemente hacerlo a su lado. Hoy el centro histórico de Cali esta “constituido” en buena parte solo por la memoria de lo que allí ya demolimos, al punto de que los pocos edificios de antes que todavía quedan, paradójicamente se ven algo extraños en medio de sus muchos y recientes nuevos edificios.
          El Parque del agua podría estar entre el Zoológico y el Jardín botánico, para beneficio de los tres y  del gran proyecto del Rió Cali. Solo habría que comprar el terreno, que en el caso del Parque del acueducto es gratis, si se hace caso omiso de lo que vale la memoria colectiva de la ciudad. Esta forma de pensar nos ha llevado antes a graves errores como pasar a Jamundí la Universidad del Valle y hacer en Yumbo el Centro de eventos, solo por que sus lotes fueron donados, lo que es un decir si se considera la valorización a su alrededor. En el peor de los casos seria preferible dejar para el futuro el Parque del agua y no borrar nuevamente nuestro pasado. La historia del parque actual se remonta a 1870 cuando los franciscanos iniciaron allí la construcción de un acueducto y forma parte integral del de San Antonio, inaugurado en 1930, y patrimonio arquitectónico de la ciudad. Ya se salvó de la ampliación de la Circunvalación, no lo destruyamos ahora  con una iniciativa que merece mejor destino. Además, el Parque del agua podría ser el acueducto de San Antonio mismo: antes se podía visitar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta columna en el concurso para la Manzana T´ y re

Equilibrio. 03.06.2020

En la medida en que se hace necesario prolongar el aislamiento es preciso, además de las nuevas excepciones, que se corrijan algunos desaciertos ya señalados en los medios por columnas de opinión, entrevistas e información al respecto, y considerar que la situación es diferente en cada población del país, como lo es la de muchos municipios a los que no ha llegado la pandemia y por tanto la única medida a tomar es impedirlo controlando la entrada y salida de sus habitantes. Que la información que se suministre sea completa, pertinente y debidamente documentada (y no datos inconexos que generan alarma a base de exageraciones) para que sea útil al poder compararla con la de otros países, especialmente con los que se comparten aspectos geográficos, económicos, sociales, culturales y étnicos, como Panamá, Venezuela o Ecuador de los que a excepción de lo de Guayaquil muy poco se ha informado, y casi nada del pertinente ejemplo de Costa Rica. No se ha entendido que a los adultos mayores, sano

La montaña rusa. 27.09.2001

Si; se trata de la ampliación de la Avenida de Circunvalación: una obra sin lugar a dudas torcida. ¿Es que nadie se da cuenta? Curvas que se pegan a otras curvas, en fuerte pendiente. Allí se ignoraron las mas elementales normas del diseño vial. Sus carriles desaparecen o se estrechan como si los carros fueran de caucho. Calzadas para tres carros y medio... como si   fuéramos tontos. ¿Lo somos? Por supuesto su pavimento variopinta, remendado y discontinuo no es lo de menos: ilustra la mentalidad de sus gestores, diseñadores, constructores e interventores. Y la de la opinión pública en Cali que solo se preocupa (los que se preocupan) de que este nuevo esperpento no esté ya terminado.           Para hacer semejante adefesio, financiado, junto con sus inevitables serruchos, con el dinero de los contribuyentes, se talaron muchos árboles del Parque del Acueducto, incluyendo la palma abrazada por la ceiba, y nunca se supo que pasó con los que supuestamente se trasplantaron. Con permiso d