Ir al contenido principal

Electores. 11.08.2011

Una encuesta de Ipsos-Napoleón Franco de hace unas semanas revela qué para el 50 % de los bogotanos la prioridad al escoger al próximo alcalde es que "no sea corrupto" y que no sea politiquero (23 %). Y aunque parecen no ser temas decisivos, el carisma (17 %) o el carácter (14 %) también cuentan. En conclusión, “las características personales de los candidatos van a ser más definitivas que sus programas de gobierno". Es decir, no importa que va a hacer el próximo alcalde de Bogotá mientras sea honrado y poco clientelista, y lo mismo se piensa ahora en Cali, pues en todo vamos detrás de la capital menos en analizar oportunamente sus errores.
            Y pedir que sean ejecutivos, como igualmente tanto se repite, sobre todo por parte de los ejecutivos de la industria y los adalides del comercio, tampoco basta si los votantes no saben si sus candidatos dieron la talla en sus cargos anteriores, o si su desempeño en otras funciones tuvo que ver con el manejo de lo urbano. Ni tampoco les importa que tengan conocimientos en arquitectura y urbanismo, ni que conozcan ciudades de verdad, como estudiosos de ellas o al menos como viajeros y no como simples turistas, lo que ya es al menos estrambótico. Con razón nuestras ciudades están como están, fruto no apenas de la corrupción sino de la improvisación.
            El asunto no es apenas tratar de evitar lo ilegal y la politiquería, ni del carisma y carácter de los diferentes candidatos, sino por lo contrario y sobre todo, garantizar que puedan ser ejecutivos y honrados en el manejo de un plan integral para la ciudad, producto de un grupo o partido político, que necesariamente debería recoger todo lo ya realizado y ceñirse a lo aprobado y legal. Las ciudades no precisan gerentes sino alcaldes que puedan orientar a los directores de sus diferentes secretarías y organismos, algunos de ellos, esos si, sencillamente buenos gerentes, pero es claro que deben tener experiencia y experticia en su respectivo campo.
            Alcalde, del árabe clásico, qāḍī, juez, es el “Presidente del ayuntamiento de un término municipal, encargado de ejecutar sus acuerdos, dictar bandos para el buen orden, salubridad y limpieza de la población, y cuidar de todo lo relativo a la Policía urbana” que es como lo define el DRAE. Además es el delegado administrativo del Gobierno Nacional. Y en ciudades en rápido crecimiento, como las nuestras, debería presidir su Junta de Planeación, como la que existió en Cali, absurdamente eliminada hace años, o al menos que sepa como escoger un Director de Planeación adecuado y reconocer la importancia del urbanismo y la arquitectura en una ciudad.
            El problema pues, no es de malos candidatos sino de malos electores, que por ignorancia, ingenuidad, resquemores, complejos, o creyéndose muy vivos, se dejan embaucar con promesas que no solo no se cumplirán, si no que con frecuencia es mejor que así sea. No saben para qué es un alcalde en una ciudad y poco saben de estas. Urgentemente necesitamos electores que entiendan que se trata de escoger programas y no apenas personas, y que es mas importante la experiencia y la experticia que el éxito en otros campos y ni se diga de la simple fama en la farándula o el deporte, lo que ha llevado a candidaturas aberrantes y no apenas ridículas. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta columna en el concurso para la Manzana T´ y re

Equilibrio. 03.06.2020

En la medida en que se hace necesario prolongar el aislamiento es preciso, además de las nuevas excepciones, que se corrijan algunos desaciertos ya señalados en los medios por columnas de opinión, entrevistas e información al respecto, y considerar que la situación es diferente en cada población del país, como lo es la de muchos municipios a los que no ha llegado la pandemia y por tanto la única medida a tomar es impedirlo controlando la entrada y salida de sus habitantes. Que la información que se suministre sea completa, pertinente y debidamente documentada (y no datos inconexos que generan alarma a base de exageraciones) para que sea útil al poder compararla con la de otros países, especialmente con los que se comparten aspectos geográficos, económicos, sociales, culturales y étnicos, como Panamá, Venezuela o Ecuador de los que a excepción de lo de Guayaquil muy poco se ha informado, y casi nada del pertinente ejemplo de Costa Rica. No se ha entendido que a los adultos mayores, sano

La montaña rusa. 27.09.2001

Si; se trata de la ampliación de la Avenida de Circunvalación: una obra sin lugar a dudas torcida. ¿Es que nadie se da cuenta? Curvas que se pegan a otras curvas, en fuerte pendiente. Allí se ignoraron las mas elementales normas del diseño vial. Sus carriles desaparecen o se estrechan como si los carros fueran de caucho. Calzadas para tres carros y medio... como si   fuéramos tontos. ¿Lo somos? Por supuesto su pavimento variopinta, remendado y discontinuo no es lo de menos: ilustra la mentalidad de sus gestores, diseñadores, constructores e interventores. Y la de la opinión pública en Cali que solo se preocupa (los que se preocupan) de que este nuevo esperpento no esté ya terminado.           Para hacer semejante adefesio, financiado, junto con sus inevitables serruchos, con el dinero de los contribuyentes, se talaron muchos árboles del Parque del Acueducto, incluyendo la palma abrazada por la ceiba, y nunca se supo que pasó con los que supuestamente se trasplantaron. Con permiso d