Ir al contenido principal

Espacio urbano público. 27.07.2017


En una ciudad que ha crecido tanto y tan rápido como Cali, y con migrantes del campo, o de pequeños pueblos pero que no han tenido tiempo de adaptar su cultura urbana a la gran ciudad, ni quien se los enseñe, la mayoría de sus habitantes no entiende aún suficientemente lo de su espacio urbano público, y por lo tanto su adecuado uso y correcto comportamiento en el. No se entiende que es justamente el carácter de público lo que determina lo urbano, y que lo urbano a su vez determina el tipo de espacio habitado y casi todo lo que sucede en él, lo que equivocadamente parecería ser lo único que importa en esta ciudad que tanto equivoca sus “soluciones” al no ver bien que causa sus problemas.
          El espacio urbano no se puede ocupar al punto de que casi desaparezca como tal, como sucede por ejemplo con los andenes en el Centro de Cali. Pero la solución no es desplazar a los vendedores informales sino reubicarlos allí, en donde tienen sus clientes, en las partes mas anchas de las calles, donde no obstaculicen la circulación, y en algunos lotes como lo ha propuesto el arquitecto Oscar Mendoza. Lotes que se podrían expropiar, como son los de los que demolieron sin permiso sus casas para poner estacionamientos, adecuándolos como pequeñas plazas de mercado bajo altas cubiertas para evitar su vandalismo, y desde luego pagando un mínimo derecho y legalizando su actividad.
          No se entiende que la diferencia entre el espacio urbano y el espacio rural radica en que los edificios conforman el primero, mientras que es la ausencia casi total de ellos lo que caracteriza el segundo. En la ciudad son los edificios, mas que la misma superficie de sus calles, plazas y parques, lo que determina su espacio urbano público, creando no solo un paisaje urbano sino determinando su uso. En el campo, por lo contrario, precisamente lo que cuenta es su superficie: el paisaje agropecuario o natural que rodea sus muy pocas edificaciones. Radical diferencia que es imperativo mantener para no perder las bondades que ofrecen uno y otro, como lamentablemente está sucediendo en este verde, bello, valle.
          Tampoco se entiende que lo público es lo de todos, por lo que no se debe intervenir en el si no a través de las autoridades competentes, elegidas democráticamente, las que en Cali, equivocadamente, han dejado a los particulares el diseño, construcción y mantenimiento de sus andenes. No se ve que “privatizar” lo que es público es “robárselo” a los demás pasando por encima de sus derechos, e incluso comprometiendo su vida al obligar a los peatones, por ejemplo, a bajarse a las calzadas por donde circulan motos y carros; pero igualmente cuando estos se trepan a los andenes, lo que debería constituir un delito punible como lo pretende el nuevo código de Policía.
          Sólo cuando se entienda que lo público prima sobre lo privado, y lo urbano sobre lo arquitectónico, mejorará el espacio urbano público de la ciudad, y con él su calidad de vida: su funcionalidad, confort y belleza, y hasta la seguridad. Cuando se entienda que la ciudad es su espacio urbano público y por ende los edificios que lo conforman, y no apenas todo lo que sucede en el, lo que además lo determinan en buena parte. Pero primero lo tienen que entender las autoridades para que no le sigan dando palos de ciego a una ciudad en que aún no entienden que su espacio es lo que dejan los edificios, que urbano es lo perteneciente a la ciudad, y que público es lo conocido por todos, y que pertenece a todos, al Estado.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta co...

El estado de la cuestión. 21.02.2024

 Se trata de la base teórica sobre la que se sustenta un escrito, o que se rebate en su desarrollo posterior, y que forma parte del mismo. Pero si bien es lo ético en una columna de opinión, debería ser obligatorio en toda propuesta para la ciudad, lo que no suele suceder en Cali en donde cada cuatro años cada nuevo Gobierno Municipal simplemente ignora las propuestas de los anteriores e improvisa otras. Es lo que ahora hay que evitar en el caso del interés actual por el Centro de la ciudad o la propuesta para el Tren de cercanías, la que primero que todo se debería sustentar en la conformación del Área Metropolitana de la ciudad a partir de la que de hecho ya existe. El Área Metropolitana es la que engloba una ciudad principal (la metrópolis) que le da su nombre, y una serie de ciudades dormitorio, industriales, comerciales o de servicios (Wikipedia). Por eso la de Cali no se debe confundir con la región de ciudades del valle alto del rio Cauca, que se extiende de la Virginia a Sa...

Viaje a la arquitectura

  Recorriendo su bello país de la mano de José Saramago (Azinhaga, Portugal 1922-2010 Tías, Las Palmas, España, Premio Nobel de Literatura de 1989) de octubre de 1979 a julio de 1980, es muy grato encontrar a lo largo de Viaje a Portugal, 2022, más de 726 páginas de comidas, bebidas, gentes, paisajes, plazas y parques. Y capillas, iglesias, palacios, castillos y murallas -17 declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco- la gran mayoría muy interesantes para entender, con las palabras de Saramago, en qué consiste lo emocionante que pueden ser, y por qué “la utilidad no es incompatible con la belleza” (p. 450) y que “la arquitectura, sólo por sí, puede hacer feliz a un hombre” (p. 439). Escribiendo sobre la iglesia del Senhor Bom Jesus, en Matosinhos, dice Saramago que su arquitecto, Nicolau Nasoni (San Giovani, Valdarno, Italia 1691-1773 Oporto, Portugal) supo “entender los misterios del granito lusitano, darles espacio para llegar mejor a los ojos, alternando lo oscuro de la...