Excelente noticia para Cali es la de que se esté estudiando
un proyecto, como parte de las urgentes medidas para financiar el MIO, mediante
el cual se tendrá que pagar por estacionar en la calle en lugares como San
Antonio, El Peñón, el Parque del Perro, Imbanaco, Tequendama y Versalles (El
País 08/01/2017), como por ejemplo ya se hace en Medellín. Y ojalá aumenten
mucho la multas a los que insistan en treparse a los andenes, lo que en San
Antonio es todo un atropello contra sus habitantes dado lo estrecho de sus
viejas aceras, por lo demás irregulares y muchas en mal estado, obligándolos a
caminar por las calzadas.
Y desde luego sería preciso aumentar el control en el
Centro, en donde ya está prohibido estacionar en las calles, a los que
permanecen en el carro esperando a alguien, pues otra cosa es detenerse un
momento para bajar o recoger pasajeros. E igualmente es bienvenido el que
también se les cobre a los parqueaderos privados improvisados “temporalmente”
en casas demolidas con tal fin ante la inoperancia de Planeación Municipal
respecto a lo que toca con el patrimonio construido de Cali, como
vergonzosamente sigue pasando en el Centro y San Antonio.
Como se propuso en esta columna hace años (¿Por que?
04/04/2002) los restaurantes deben tener estacionamientos propios como se
acostumbra en muchas partes, entre ellas en Ciudad de Panamá en donde
independientemente de su tamaño tienen que tener un estacionamiento propio por
cada cierto numero de mesas. Y lo mismo se debería hacer aquí además con
ciertos almacenes, oficinas grandes y supermercados, prohibiéndoles que usen
“sus” antejardines y andenes con tal propósito, y como lamentablemente sucede
en muchas calles de Cali.
Desde luego que los lugares de estacionamiento son
esenciales para los viajes en automóvil particular, y por ello existe la
tendencia a creer que los lugares para estacionarse son un requisito esencial
de la planeación urbana, y muchos lo consideran un derecho y un bien público
que debe ser gratuito. Pero desconocen sus costos subsidiados y lo que los
espacios de estacionamiento representan para la calidad de vida en la
ciudad. En conclusión, “estacionarse en el espacio público no es un derecho y
tampoco tiene por qué ser un servicio gratuito” (Salvador Medina, Letras Libres, 26/04/ 2001).
Por lo demás, en muchos
ciudades se implementan estacionamientos regulados en las calles con el
objetivo de garantizar un espacio mínimo para los carros de los residentes de
una zona concreta y fomentar la rotación de vehículos de los no residentes. Y
por eso se alterna periódicamente el costado en el que se puede estacionar, lo
que facilita la limpieza de las vías e identificar los carros abandonados en
ellas, como también favorecer los andenes, y a los peatones por supuesto,
especialmente cuando aquellos son muy estrechos, como es el caso en tantas
partes en Cali.
Asimismo
se tendrían que hacer estacionamientos
gratuitos próximos a los paraderos del MIO en la periferia de la ciudad
cuyo fin es alentar a los conductores a dejar en ellos su vehículo y acceder a
otras partes de la ciudad mediante el transporte público. Constituyéndose en
intercambiadores que fomentan la intermodalidad entre el transporte privado y el transporte colectivo público (ver Wikipedia),
el que en Cali es perentorio que incluya un tren de cercanías a todo lo largo
el corredor férreo y otro a Palmira para salvar al MIO ¿qué es lo que esperan?.
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