Ir al contenido principal

Expertos. 06.06.2019


   “¿Quién es el verdadero experto? ¿Quién decide quien es y quien no es un experto? ¿Dónde está el metaexperto?” pregunta Nassim Nicholas Taleb (Jugarse la piel, 2018. p. 202) y no sobra repetir que dicen que para Frank Lloyd Wright se trataba de especialistas que han dejado de pensar y solo saben, y supuestamente identificados por personas que no saben y solo piensan, se puede agregar. “Quienes hablan deberían actuar y quienes sólo quieren actuar deberían hablar” (p. 51), podría ser la respuesta más adecuada: demostrar lo que se dice con lo que se hace y hacer lo que se dice; el “menos es más” de Mies van der Rohe, o “la permanente recreación de lo que otros ya han creado” de Rogelio Salmona.

  Pero, como también lo ha señalado Taleb, “ahora los arquitectos [diseñan] para impresionar a otros arquitectos, y al final acabamos con estructuras extrañas –e irreversibles- que no satisfacen el bienestar de sus residentes; lleva tiempo acomodarse a ellas” (p. 52). El caso es que, como él remata, “las cosas diseñadas por personas que no se juegan la piel tienden a ser más complicadas (antes de su colapso final) (p. 52).  Y la explicación pude ser que “no entienden la sencillez” (p. 53) y no sólo que ya no opera el código de Hammurabi que mandaba que si una casa se derrumba, y mata a su propietario, su constructor sea condenado a muerte, pues “lo ético siempre es más solido que lo legal” (p. 86).

“El cambio por el cambio [en] arquitectura, la alimentación y los estilos de vida, es frecuentemente lo contrario del progreso” acierta de nuevo Taleb (p. 208 N). Es el problema de los que “han sido educados a medias” (p. 324) como tantos profesionales actualmente en Colombia, muchos de cuyos profesores suelen hablar pero no actuar, cómodamente instalados en sus torres de marfil, en donde muchos enseñan un oficio como lo es la arquitectura sin practicarlo ni estudiarlo, por lo que paradójicamente han sido tan valiosas las excepciones que siempre hay. Arquitectos que proyectan, escriben y enseñan, o profesores que estudian, investigan y enseñan.

Por otro lado “la especialización produce efectos secundarios: uno de ellos es la separación del trabajo de sus propios frutos” (p. 52) es decir que son personas que en su trabajo no se juegan el pellejo, como se dice aquí. Arquitectos que no habitan lo que diseñan, al contrario de Salmona, por ejemplo, que vivía y trabajaba en sus edificios. Como todos los grandes arquitectos modernos, al punto de que habría que preguntarse, como si fuera una pregunta de Taleb, cómo son las casas de los malos arquitectos o, mejor, definir al arquitecto por su casa, lo que en muchos casos sería muy fácil pues como sentencia Taleb: “Si le gustas a la gente […] es que estás haciendo algo mal” (p. 207 ).

Como dice Taleb “la mayoría de la gente es más feliz en barrios pequeños, donde pueden sentir el calor y la compañía humana [pero] cuando ganan mucho dinero acaban recibiendo presiones para mudarse a mansiones enormes, impersonales y silenciosas, alejadas de sus barrios” (p. 239), o por lo menos a sosos apartamentos en un piso muy alto, “torres” les dicen, desde luego presionados por otros, desde los familiares y amigos metidos hasta los vendedores de finca raíz y sus acólitos de la propaganda engañosa. Todos ellos “expertos” que no saben pero si piensan…en ellos; pero como es imposible no depender de otro, finalmente tampoco piensan en ellos.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta co...

El estado de la cuestión. 21.02.2024

 Se trata de la base teórica sobre la que se sustenta un escrito, o que se rebate en su desarrollo posterior, y que forma parte del mismo. Pero si bien es lo ético en una columna de opinión, debería ser obligatorio en toda propuesta para la ciudad, lo que no suele suceder en Cali en donde cada cuatro años cada nuevo Gobierno Municipal simplemente ignora las propuestas de los anteriores e improvisa otras. Es lo que ahora hay que evitar en el caso del interés actual por el Centro de la ciudad o la propuesta para el Tren de cercanías, la que primero que todo se debería sustentar en la conformación del Área Metropolitana de la ciudad a partir de la que de hecho ya existe. El Área Metropolitana es la que engloba una ciudad principal (la metrópolis) que le da su nombre, y una serie de ciudades dormitorio, industriales, comerciales o de servicios (Wikipedia). Por eso la de Cali no se debe confundir con la región de ciudades del valle alto del rio Cauca, que se extiende de la Virginia a Sa...

‘La mansión’. 01.07.2020

Los ‘tiempos gloriosos’ de la casa solariega de la aristocrática familia Von Dranitz en el Este de Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial, es como Anne Jacobs subtitula a propósito su novela de 2017, pese a que se desarrolla mucho más en los que no lo fueron para nada durante la guerra y después hasta la reunificación de Alemania en 1989. Largos y diferentes tiempos que sin embargo recuerdan siempre ‘La arquitectura del poder’ (como titula Deyan Sudjic su libro de 2005 sobre este tema) comenzando por la portada de la edición en español de ‘La mansión’ que sin querer queriendo muestra un palacete como símbolo de una heredad en lugar de una gran casa señorial en el campo. Además uno de sus personajes, el joven Kacpar Woronsky, es el retrato de la apasionada relación de todo arquitecto que lo sea de verdad con su oficio/arte y sus clientes/mecenas. Hacia “planos, vistas laterales, la perspectiva delantera de un edificio ultramoderno [y] sus ideas eran originales, a veces alocadas, pe...