“La principal novedad del Pimu es que tendrá un enfoque de
movilidad sostenible que incluye peatones, ciclistas, transporte público,
transporte privado (autos y motos)... tendrá un énfasis en la movilidad
peatonal, una apuesta ambiciosa en el tema de la movilidad en bicicleta... un
tren de cercanías y un tranvía urbano. También una oferta de infraestructura
vial importante que incluye el Anillo Vial Perimetral”, explicó Elena Londoño,
directora (e) de Planeación Municipal (El País, 24/07/2017). Justo en lo que se
ha insistido en esta columna desde su inicio (Un Metro para medir a Cali, 01/06/1998) ¿será que como dice el viejo tango 20 años no son nada?
Pero se siguen
confundiendo los carriles de las vías con las vías mismas y no considerando su
continuidad de un extremo a otro, de unos y otras; viendo el tiempo y la
distancia por separado, lo que escandalizaría a Einstein; olvidando que los
semáforos se pueden coordinar electrónicamente, y no sólo las multas por
pasárselos en rojo dado lo corto del amarrillo; y sobre todo dependiendo de que
exista dinero con que hacer mas obras ($9,2 billones para los
próximos 12 años mas 100& de IVC (impuesto a la corrupción). Es decir que para que los
sueños no se conviertan en pesadillas hay que despertar y pensar al tiempo en
otras sencillas medidas que sean viables de inmediato, aunque no descresten
tanto a tantos.
Como
por ejemplo lo sería un retorno en la Cl. 5ª por debajo del puente a la Cr. 10, también ya
propuesto (Sugerencias,
buenas, bonitas y baratas, Caliescribe.com, 03/08/2013), para facilitar la llegada al Centro de
los que vienen del Oeste. O volver ya una realidad el cobro por estacionar
carros particulares en las vías públicas, lo que es urgente en San Antonio, o
que todos sus residentes se decidan al tiempo a caminar por la mitad de las
calles como ya lo hacen allí sus cada vez mas jóvenes turistas, y que los
carros reduzcan su velocidad, como en los pueblos, antes de las motos, los que
pese a todo tienen mejor calidad de vida ahora conectados con el mundo por
internet, y en otras partes por trenes rápidos y autopistas de verdad.
Pero aun muchos caleños
con carro no entienden que al eliminar en las vías carriles que no tengan
continuidad se están quitando “cuellos de botella” y por lo tanto agilizando la
circulación en ellas, a lo que igualmente ayudaría descartar en lo posible los
cruces a la izquierda. Tampoco se entiende que para acortar los tiempos de
desplazamiento no solo hay que pensar en la velocidad disminuida por los
trancones sino en la distancia, la que, considerando que la mayoría de los
desplazamientos en la ciudad son peatonales, pasa a ser de la mayor
importancia, y no los adorados puentes vehiculares que todavía se identifican
con el “progreso” incluso para los que no tienen carro.
De nuevo hay que insistir
en que un plan de movilidad se debe pensar al tiempo que uno de usos del suelo
y sus densidades correspondientes, para lograr sectores mayoritariamente
peatonales en los que sus residentes tengan resueltas sus necesidades
cotidianas a mano: ciudades dentro de la ciudad (El EUP, El País,
27/04/2017). Un
concepto urbanístico internacional que ya va para mas de medio siglo sin que al
parecer aquí nadie se haya enterado, probablemente creyendo que los pueblos son
menos en lugar de mas, o no quieran saberlo pues en Colombia los carros siguen
siendo un símbolo social; aunque, hay reconocerlo, aquí con frecuencia son
ineludibles precisamente por la falta de un Pimu que no sea “cojo”.
Comentarios
Publicar un comentario