Ir al contenido principal

¿Gratis? 03.05.2012


            La finta del Presidente, ahora mas esgrimista que jugador de póker, nos saldrá cara a todos. La construcción de viviendas en las ciudades colombianas, debido a su rapidísimo y cada vez mas voluminoso crecimiento, es lo peor que les ha pasado. Las casas en serie para todos los estratos las extendió innecesariamente a casi todas, beneficiando únicamente a los terratenientes que las rodean al permitirles urbanizar sus tierras, con todos los inconvenientes y problemas que implica tener que ensanchar la infraestructura de vías y servicios, demorar la movilidad de la gente y mermar la animación urbana. O se llenaron de edificios de apartamentos, innecesariamente altos y sin espacio urbano ni infraestructura suficientes, pero no los suficientes para compensar las bajísimas densidades que hoy tienen.
            El amago del Presidente para golpear a sus opositores los ha llevado a demostrar lo demagógico de su insólito ofrecimiento de 100 mil casas con traslado de ministro y todo. Ya aclarado el por que, toca ahondar en el cómo, dónde, con qué y para quién. Los mas pobres necesitan es trabajo y no casitas alejadas de su rebusque y diseñadas y construidas sin considerar sus diferencias culturales. Terminan conformando guetos y los únicos que ganan son los negociantes que las construyen y los politiqueros que sacan su tajada, pues son financiadas con dineros públicos, comenzando por el Presidente, que desde luego no pretende plata cantante y sonante sino la aprobación en las encuestas que ya recuperó. Al fin y al cabo, la primera acepción de finta es el  “tributo que se pagaba al príncipe[…] en caso de grave necesidad”.
            De otro lado, como ya se dijo hace años en esta columna (Vivienda y ciudad, 04/05/2006) analizar aisladamente el problema del déficit de viviendas de interés social oculta un problema mayor y que por supuesto lo incluye: el déficit de belleza, urbanidad y urbanismo de nuestras ciudades. Insistimos en confundir vivienda e infraestructura con ciudad, pese a que desde hace mas de treinta años quedó en claro, en un estudio del Centro de Planificación y Urbanismo de la Universidad de los Andes, que la mayoría de la gente puede resolver sola sus necesidades privadas, y que muchas veces lo hace mejor que el Estado (lo corroboran las encuestas), pero que le es casi imposible solucionar los muchos problemas públicos de la ciudad en tanto que artefacto, y si lo hacen es a costa de su privatización.
            El déficit de nuestras ciudades no es solo de vías, transporte colectivo y servicios, ni de recreación, educación, salud y seguridad, temas recurrentes cuando se habla de la ciudad, sino que es especialmente de espacio público: andenes, semáforos para poder cruzar con seguridad y tranquilidad por las esquinas, plazas en donde encontrar a los demás y parques en donde recrearse. Y sobre todo déficit de belleza urbana. Castro mostró que el problema era de recursos, Mokcus que era de urbanidad y Peñalosa que también era de urbanismo. Pero pese a que ya la mayoría de los colombianos vivimos en ciudades, aun no nos damos cuenta de en dónde es que estamos y que en ellas nada es gratis, ni siquiera siendo oficial del US-SS, y elegimos alcaldes que prometen de todo sabiendo que no tienen con que.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta co...

El estado de la cuestión. 21.02.2024

 Se trata de la base teórica sobre la que se sustenta un escrito, o que se rebate en su desarrollo posterior, y que forma parte del mismo. Pero si bien es lo ético en una columna de opinión, debería ser obligatorio en toda propuesta para la ciudad, lo que no suele suceder en Cali en donde cada cuatro años cada nuevo Gobierno Municipal simplemente ignora las propuestas de los anteriores e improvisa otras. Es lo que ahora hay que evitar en el caso del interés actual por el Centro de la ciudad o la propuesta para el Tren de cercanías, la que primero que todo se debería sustentar en la conformación del Área Metropolitana de la ciudad a partir de la que de hecho ya existe. El Área Metropolitana es la que engloba una ciudad principal (la metrópolis) que le da su nombre, y una serie de ciudades dormitorio, industriales, comerciales o de servicios (Wikipedia). Por eso la de Cali no se debe confundir con la región de ciudades del valle alto del rio Cauca, que se extiende de la Virginia a Sa...

Viaje a la arquitectura

  Recorriendo su bello país de la mano de José Saramago (Azinhaga, Portugal 1922-2010 Tías, Las Palmas, España, Premio Nobel de Literatura de 1989) de octubre de 1979 a julio de 1980, es muy grato encontrar a lo largo de Viaje a Portugal, 2022, más de 726 páginas de comidas, bebidas, gentes, paisajes, plazas y parques. Y capillas, iglesias, palacios, castillos y murallas -17 declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco- la gran mayoría muy interesantes para entender, con las palabras de Saramago, en qué consiste lo emocionante que pueden ser, y por qué “la utilidad no es incompatible con la belleza” (p. 450) y que “la arquitectura, sólo por sí, puede hacer feliz a un hombre” (p. 439). Escribiendo sobre la iglesia del Senhor Bom Jesus, en Matosinhos, dice Saramago que su arquitecto, Nicolau Nasoni (San Giovani, Valdarno, Italia 1691-1773 Oporto, Portugal) supo “entender los misterios del granito lusitano, darles espacio para llegar mejor a los ojos, alternando lo oscuro de la...