Como
quedó demostrado con los “resaltos” con que el secretario Hadad obligó a buena
hora a que se respeten los carriles en algunas vías de Cali, como en el
despelote de la salida al mar o en la
Avenida de Circunvalación (que ya no lo es), el principal causante de la falta
de fluidez y de la inseguridad del transito en esta ciudad es que poco se los
sigue en el resto de sus vías. Al parecer aquí la gente no hace caso de los
carriles sino a la fuerza, con separadores, y el respeto al carril con sangre
entra parece pensar Hadad, y por ahora con parte de razón.
Pues,
cuándo entenderemos que muchos no pueden respetar los carriles porque no son
continuos de cuadra en cuadra, y se los suma o divide en lugar de separarlos y
juntarlos, o ponerlos paralelos para facilitar su entrecruzamiento; acción esta
desconocida por los conductores caleños que solo saben abalanzarse
agresivamente en diagonal. Y que los carriles de la derecha deben ser mas
anchos para que cuando los carros se detengan junto al anden no paralicen el
paso en los carriles adyacentes, y que
sean los utilizados por motos y ciclistas.
Cuándo
nos enteraremos que poner las dos calzadas de una vía con separador, en el
mismo sentido, se desecho hace años en todas partes. Hacerlo, y mas aun cuando
ni siquiera forman un par vial con otra de igual capacidad, sólo ocasiona
desorden y accidentes para los conductores y confusiones peligrosas para los
peatones que de repente se encuentran en Londres sin saberlo. Fue lo primero
que se cambio en la RDA cuando la unificación de Alemania, junto con el “cruce
a la derecha en rojo con cuidado”, que
tampoco se ha eliminado aquí.
Cuándo
aceptaremos que hay que hacer pasos subterráneos en lugar de aparatosos
puentes, los que para peor de males ahora en Cali se “adornan” y curvan imitando los de Calatrava, el “arquitecto”
mas demandado del mundo. Puentes que ni siquiera en Miami están en los centros
de las ciudades pero que aquí son motivo de orgullo para los ciegos que no ven
su fealdad, ni de que a pesar de pagan por ellos impuesto de valorización desvalorizan su entorno. Solo son un negocio
para los que los construyen y para autoridades corruptas, como en Bogotá.
Cuándo
entenderemos que hay que poner semáforos sincronizados y con tiempo para los
peatones. Que la gente es mas importante que los carros, como lo fue en
Pompeya, y que lo malo de los pasos pompeyanos en Cali es que aquí se los pone
caleñamente en función de los carros y no de los peatones, como todos los
nuevos de la Calle Quinta. Y que en lugar de “acostar policías” en la mitad de
las cuadras, se deberían juntar en sus esquinas, si es que son imprescindibles,
formando pasos peatonales al nivel del andén, pompeyanos, es decir.
Hay
que insistir que una ciudad son sus gentes en sus calles, pero que aquí hasta
sus muy estrechos andenes están
invadidos por carros, como vergonzosamente en el Club Colombia -que debería dar
el buen ejemplo-, lo mismo que el Hotel Intercontinental -que se apropió del
que pasa al lado- y ya no hay allí anden público, lo que aquí lamentablemente
no es una redundancia. Hay que insistir en que hay unir correctamente lo
público (calzadas, andenes y fachadas de las calles) con lo privado (los edificios y lo que pasa en
ellos), y considerarlo en el POT.
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