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Van 61 millardos. 23.05.2013


            Como se dijo en 1998 en esta columna, el paso por debajo de la Avenida Colombia había que hacerlo mas largo y no apenas entre las calles 11 y 12 como propuso el ganador de un concurso de los años 1960. Y en el Plan del Centro Global, de hace diez años, se pensó desde antes de la 5ª, y apenas de tres carriles, manteniendo dos arriba para poder ampliar y arbolar sus andenes, y recuperar su carácter original de paseo para peatones y automovilistas.
            Quedaría un carril mas que los existentes y se evitaría que se suspendiera la circulación cuando el paso se inundara o por accidentes o varadas. Pero sólo quedó uno arriba para el Mio y los cuatro del “túnel” no dejaron espacio para un arcén y ni siquiera un andén para llegar a las pocas escaleras de evacuación, apenas un sardinel que no protege los ductos metálicos adosados a sus paredes si un camión se arrima mucho, y las bombas de achique aun no se han instalado.
            Y arriba fue un imperdonable error ocultar con una fila de grandes extractores la larga y bella perspectiva que se tenia sobre La Ermita, los que, mas y mas pequeños, podrían haber estado a los lados enmarcándola. Y una vergüenza convertirlos en feos mogadores trepados sobre las bancas, ni siquiera para información de eventos cívicos sino para cualquier vulgar publicidad. Increíble que olvidaran que un espacio urbano nunca se “llena” sin que deje de ser tal.
            Igual de torpe es la banca continua y sinuosa a pleno sol y con el Mio al lado,  que a la larga solo usarán los indigentes por la noche y los vendedores ambulantes en los cruces de la 11 y la 12. ¿Hasta cuando habrá policía 24 horas y durará la novelería, que pasará por éxito? Creer que perdurarán los cafés de que hablan, sin estacionamientos cercanos y con la inseguridad nocturna del sector,  enfrente de los buses o mirando un río allí ya sucio, es ingenuo.
            Ya hay grafitos y daños en la “madera” de las bancas. Se robarán las luminarias,  como todas las que se pusieron desde el puente de Santa Rosa, pues son muy bajas, y también los pequeños “tropezaderos” metálicos, puestos para delimitar el carril de los buses, como se robaron tubos, granito y luminarias de la Av. 6ª. Y la vegetación ya empezó a ocupar los muchos resquicios que dejaron, pero los árboles sembrados no pasarán de arbustos pues están en pequeñas materas.
            El suelo, con su fea imitación de adoquines, ya está manchado y agrietado, lo que lleva a las goteras, y por supuesto ha debido limitarse a la avenida y no avanzar a retazos por las calles que llegan a la misma. Y no en vano muchos se preguntan cuando van a pintar el desagradable, caliente y omnipresente acero oxidado, mientras que 700 metros de barandas y pérgolas originales y 200 de un viejo muro de piedra se eliminaron pues tuvieron que robarle ribera al río.
            Va costando el triple de lo presupuestado y la valorización se pagó dos veces. El Centro quedó sin entrada ni salida vehicular por ese costado, ayudando a su deterioro, y habrá que mantener la Cr. 10 en un sólo sentido, una inconveniente medida provisional, y por la noche la Policía cierra la Cr.1ª y los buses del MIO aun no pueden subir desde la 5ª. El túnel no tiene señalización ni ciclovía, y pretenden que la velocidad sea mínima y que los domingos sea sólo para ciclistas y trotadores.

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