Los problemas mas acuciosos de Cali,
en tanto artefacto urbano arquitectónico (edificios y espacio público) son el
suministro de agua; el peligro de inundación si se rompe el Jarillón del río
Cauca o la amenaza de un terremoto o los dos juntos; la minería descontrolada
en los Farallones; la extensión incontrolada de la ciudad, complicando la
movilidad de sus habitantes; y sus precarios andenes por los que no se puede
caminar.
Y las mas graves problemas de los ciudadanos en Cali
son la inseguridad, el ruido ajeno, la falta de parques y el deficiente
servicio de salud, sobre todo considerando que cada vez hay mas personas
mayores. Pero también la adecuada educación formal de niños y jóvenes, como de
cultura ciudadana de todos, y de respeto por los otros y por el patrimonio
construido, el que todos destruyen, dificultando su identidad con su ciudad.
Hace años los conocedores del asunto
del agua, como el arquitecto Juan Marchant, Acodal y el Cinara de Univalle, han
dicho hasta la saciedad, y lo han repetido últimamente, que hay que cuidar el
río Cauca. Y eso significa proteger sus cuencas de la minería, la tala de
bosques y las invasiones pero también las de sus afluentes; y urge almacenar
sus aguas, controlando al tiempo sus devastadoras crecientes, y evitar su
desperdicio.
Ya se hace con la Salvajina pero nada se ha
dispuesto después para sus principales afluentes hacia el Norte. Hacer pequeños
embalses en los ríos que atraviesan a Cali, como se a reiterado en esta
columna, ayudaría a resolver el abastecimiento de agua y a minimizar el riego
de inundación, y al tiempo serian bellos parques, y mas seguros ante los sismos
si se construyen en la ladera de la cordillera y no una sola represa en la
parte alta.
Y el problema de la movilidad solo se resolverá con
un plan vial derivado de un plan urbano arquitectónico a largo plazo del Área
Metropolitana, re densificando el Centro Ampliado, dando continuidad a las vías
arterias, tanto las que van Norte Sur como las Este oeste, utilizando el
corredor férreo para un tren de cercanías de Yumbo a Jamundí y una autopista
urbana ídem, y haciendo andenes decentes en todas las calles.
Con un trazado urbano ordenado y no caótico como en
la actualidad, y unos usos del suelo que no causen inconvenientes a sus vecinos,
el vandalismo disminuiría y sería mas fácil el control con cámaras y policivo
de las calles. Y se generaría mayor solidaridad entre los habitantes de Cali y
tendrían mas identidad con sus calles, barrios y sectores, a lo cual ayudarían
los parques alrededor de los pequeños embalses sugeridos.
En conclusión: hacer embalses en los afluentes del
río Cauca; utilizar el Corredor Férreo como eje principal del transporte; hacer
vivienda en el Centro Ampliado; dar continuidad a las vías arterias incluyendo
sus andenes; y, si bien la solución a fondo de la salud y la educación formal
son asuntos nacionales, tomar las medidas que le competan a la ciudad. Viendo
todo integralmente, con énfasis en sus generalidades y procurando orden.
Todo esto, que además generaría trabajo, ya se ha
dicho y en diferentes medios, por lo qué lo que ahora toca preguntarse es por
qué ha sido en vano y que intereses son los que están en contra. Las respuestas
ayudarían ha escoger por quien votar pues los responsables no son sólo los malos
alcaldes si no primero los malos electores, principiando por los que se
abstienen en lugar de votar en blanco o que creen que hacerlo así es inútil.
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