En Bogotá el Museo del Oro se remodeló completamente y el Mambo acometerá pronto una gran ampliación con un proyecto iniciado por Rogelio Salmona, y hoy en manos de su compañera y colaboradora de muchos años, María Elvira Madriñán. En Medellín acogen la obra que durante toda su vida creo Tejadita en Cali. Pero aquí, irresponsablemente, dejamos sin agua ni luz a nuestro Museo de Arte Moderno. En su momento, dirigido por Maritza Uribe y Gloria Delgado, fue el mas importante del país, sus exposiciones, curadas por Miguel Gonzáles, eran muy visitadas, y su cinemateca, orientada por Ramiro Arbelaez, era una alternativa seria a la incipiente miopía del cine comercial. Y en el exterior era reconocido por sus importantes bienales internacionales de grabado, financiadas por Cartón de Colombia. Su colección permanente, apenas se iniciaba, pero es precisamente la que hoy está, ya amplia y muy valiosa, en verdadero peligro de que termine en otros museos del país ante el vergonzoso despropósito de tener que dejarla deteriorar lentamente aquí.
Hay que replantear a fondo La Tertulia. Desde su carácter, publico o privado, y en consecuencia su financiación, a su función, museo o centro cultural, y por tanto la remodelación de su sede. Tarea que obviamente no puede hacer sola María Paula Álvarez, su actual directora, ni su junta directiva. Tendrían que comprometerse también la Ministra de cultura, el Gobernador y el Alcalde, pues el museo y su colección son parte del patrimonio cultural de caleños y vallecaucanos y desde luego del país. Pero igualmente las instituciones que tiene que ver con la cultura y el arte en la región, y por supuesto los artistas que donaron sus obras al Museo, y en ultimas los ciudadanos pues es para ellos. Es preocupante que Cali ha visto desparecer una tras otra sus muy importantes iniciativas culturales de hace medio siglo, o están en dificultades o muy mermadas, paradójicamente a medida que crecía muy rápido o, mejor, precisamente por esto, e incluso el Museo del Transporte está en dificultades. Y para peor de males las universidades y el Centro de Eventos se los llevaron a los municipios vecinos.
Convertir La Tertulia en algo como las nuevas bibliotecas de Bogotá y Medellín, demandaría un espacio con el que simplemente no cuenta. Por eso la Ministra está interesada es en el gran centro cultural de la “manzana del saber”, y además allí ya está la única biblioteca pública grande de la ciudad. No parece haber otra salida para nuestro pequeño museo que continuar siendo una iniciativa privada, pero habría que recuperar el interés de los caleños en él, exponiendo permanentemente toda su colección, como sus directivas lo han propuesto y lo vienen haciendo muchos museos en el mundo. Pero desde luego sería necesaria una mejor pero respetuosa integración de los edificios existentes, tres de ellos diseñados por Manuel Lago, con un proyecto realmente importante. Y no atenerse apenas a los auxilios del Estado, sino lograr la responsabilidad de los bancos, comerciantes e industriales de la comarca con la cultura, como ya algunos la han hecho. Sería imperdonable que ahora se disculparan con lo de la crisis considerando que si todos aportaran un poco sería suficiente.
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