Para mejorar la movilización urbana de Cali se debe proceder primero a eliminar los muchos “cuellos de botella” existentes en el transito, dentro de un plan que integre buses, carros, bicicletas y peatones, dando prioridad a la relación costo-beneficio de cada obra y a su sostenibilidad. Las costosas intersecciones viales a desnivel solo se deben hacer si son ineludibles y en lo posible ser subterráneas.
Habría que comenzar por completar las vías arterias, pues ninguna lo está, y repararlas, pues todas están en mal estado, garantizando la cantidad y continuidad de sus carriles a todo su largo. Y que la parada eventual de vehículos o su estacionamiento en ellas, sus cruces con otras vías, el paso seguro de peatones por las bocacalles, no disminuyan su flujo ni mucho menos lo interrumpan, como pasa ahora.
Hay que arreglar, completar y regularizar sus calzadas, agregando o desagregando carriles (no dividiéndolos o juntándolos), dejando los laterales mas anchos, y hacer andenes amplios, llanos y arborizados. Poner pasos pompeyanos en las esquinas y no policías acostados en la mitad, y estacionar alternativamente a un costado, como en todo el mundo, y que el comercio tenga parqueaderos propios.
Es indispensable garantizar las “olas verdes” en dichas vías mediante la correcta instalación de muchos semáforos sincronizados y con tiempo para los peatones (los pocos actuales no lo son ni lo tienen), con “amarillos” mas largos y un espacio para las motos adelante de los carros para que estos no invadan el paso peatonal, permitiendo además que los semáforos queden fácilmente visibles para todos.
Hay que regresar a los dos sentidos en las vías con separador que se han dejado de uno solo. En Europa se abandonó hace años esta idea por sus entrecruzamientos complicados e inseguros, sobre todo para los peatones, los que tienden a mirar para el otro lado. O habría que hacer una única calzada, eliminando los separadores, y trasladar su arborización a los andenes, volviéndolas verdaderas avenidas.
Y aprovechar mejor las glorietas existentes mediante el “ceda el paso” o con semáforos. Lamentablemente en Colombia no usamos la norma europea de que el que viene por la derecha tiene la vía y ni la de “uno si otro no”, que tanto simplifican el transito, sino la norteamericana de que el que está en el “round point” la tiene, por lo que sus diámetros deben ser bastante mayores para que funcionen bien.
Utilizar el “ceda el paso” y no tantos “pares” que no se respetan, lo que los vuelve peligrosos e impiden la fluidez del transito. Adoptar el “no entre”, como en Europa, en lugar de las flechas en las fachadas de los edificios que nadie ve, y el “prohibido detenerse”, inexistente aquí, y eliminar el “cruce a la derecha en rojo” y muchos inútiles limites de velocidad. Y ubicar las señales correctamente.
Finalmente habría que enseñarle a los caleños a caminar por los andenes sin interrumpir a los demás, y cruzar por las esquinas, obedeciendo a los semáforos, o por los pasos pompeyanos o las cebras, explicándoles que tienen la prelación pero que no deben abusar de ella. Y hacer puentes peatonales solo donde no se pueda cruzar a nivel, y si es del caso con ascensor y vigilancia, pues las rampas son inútiles.
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