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Peñalosa y Univalle. 23.04.2015


          Con la muerte el pasado viernes del arquitecto Diego Peñalosa Camargo se fue también parte de la historia del diseño de la Biblioteca Mario Carvajal de la sede Meléndez de la Universidad del Valle. A esta se había vinculado como profesor después de graduarse en la Universidad Javeriana de Bogotá en 1959 con una interesante tesis en los Llanos orientales.
          Su testimonio sobre el proyecto de la sede de Meléndez quedó registrado en dos documentales realizados por Andrés Erazo, uno de ellos concretamente sobre “La Ciudad Universitaria del Valle”, a la que en la Bienal Colombiana de Arquitectura de 1972 le fue dado el Premio Nacional, y de cuyo Plan Maestro fue codirector con Jaime Cruz, Decano de su Facultad de Arquitectura en ese entonces.
          En el diseño de los edificios de este extenso campus universitario participaron los más importantes arquitectos del país de esos años, y a partir de unos pocos acuerdos básicos, entre ellos una estricta modulación y la prefabricación de los elementos comunes mas repetidos, recomendadas por los asesores norteamericanos, lograron un conjunto homogéneo e incorporar al conjunto su paisajismo con Harold Borrero, ya muerto, y Lyda Caldas.
          Como afirma Andrés Erazo, es uno de los proyectos colectivos mas importantes de la historia de Cali, y de los mejores y últimos ejemplos de su arquitectura moderna. Junto con el de la Universidad de Antioquia, son los mas significativos conjuntos académicos del país después de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá, del arquitecto alemán Leopoldo Rother quien igualmente diseñó su sede de Palmira.
          La Biblioteca, por su parte, es sin duda el mas interesante edificio de Meléndez por la manera como responde al clima local y a su debida imagen de “centro” de los saberes. Así fue reconocido por el arquitecto mejicano Carlos Mijares, muerto recientemente, y el venezolano Gorka Dorronsoro, cuando vinieron a Cali como jurados del concurso para la nueva Facultad de Artes Integradas, a la que se uniría la de Arquitectura, que había permanecido en la sede de San Fernando de la Universidad.
          La Biblioteca, frente al edificio de Administración, de Fernando Martínez, conforma una “calle académica”, corazón del nuevo campus, a cuyo costado está el de Ciencias, de Julián Guerrero y Jaime Camacho, y al frente el de Artes Integradas, aun sin terminar, de Mauricio Pinilla quien gano su muy concurrido concurso, en el que hubo incluso propuestas del exterior.
          En ella se realizan importantes actividades como la actual muestra de dibujos de Rodrigo Tascón y Jaime Vélez, ya muertos, organizada por Jaime Gutiérrez, todos tres profesores de la Universidad del Valle. Es de esperar que esta acometa la realización allí de una gran exposición de todos los proyectos de sus sedes en San Fernando y Meléndez, antes de que terminen por morir todos sus protagonistas.
          Una vez finalizada la ciudad universitaria del Valle, y después de trabajar por un tiempo en Bogotá, Peñalosa finalmente se radicó en Cali en donde llevó a cabo la mayor parte de su trabajo profesional con el arquitecto Pablo Enríquez en “Somos Arquitectura”. En la Universidad de San Buenaventura estuvo muchos años como profesor, combinando el oficio con su enseñanza, como se hacía antes, y allí hace un año se le rindió un cálido y merecido homenaje con sus amigos y colegas.

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