En Cali las calzadas de las calles están cada vez mas llenas de huecos y “policías acostados”. Y de peatones, a los que con frecuencia les toca caminar por ellas pues la mayoría de los andenes son estrechos, irregulares y llenos de postes, bolardos improvisados, escalones y mesas de restaurantes o cafés o lo que sea, ya que se alteran y usan como si fueran propiedad privada, tal como lo hace el Hotel Intercontinental. Y cuando son amplios y llanos, los carros los utilizan para estacionar, y las bicicletas, motos y hasta taxis para adelantar, sobre todo ahora por el megatrancón ocasionado por la improvisación de las “obras”. Por su parte, los antejardines se han convertido en “exclusivos” parqueaderos, incluyendo el andén, impidiendo totalmente el paso, e incluso los cierran con cadenas.
Pero en lugar de solucionar lo anterior, ahora quieren hacer una “zona peatonal” en la Avenida Colombia, cuatro veces mas grande que la Plaza de Caicedo, a cuadra y media de distancia, sin ver que a su largo casi no circulan peatones ni hay actividad comercial, ateniéndose a que van a brotar almacenes, cafés y restaurantes en donde no habrá como llegar en carro ni donde estacionar. Antes que el paso subterráneo, conveniente pero no urgente, se podrían haber hecho con menos dinero andenes anchos y arborizados en las vías de dos calzadas que atraviesan el centro de la ciudad, quitándoles carriles o reduciendo sus separadores. Y lo que si es prioritario son los grandes parqueaderos públicos debajo de la Plaza de San Francisco y de la Plaza de Caicedo (en las calles), propuestos en el Plan del Centro Global.
El problema es que no se podían mostrar imágenes descrestadoras para convencernos de pagar su valorización pese a que si sería tal y no lo contrario, como en varios de los meganegocios en que nos metieron con el cuento de que desarrollo y progreso es hacer obras sin importar como ni cuando. Tampoco ven que los peatones son el primer componente de la movilidad en una ciudad, ni se han dado cuenta que si bien en todas partes se viene restringiendo el estacionamiento y el transito de carros en las zonas centrales, sólo en las calles estrechas y con muchos peatones se suprimen del todo. Como se hizo hace años en las calles 11 y 12 desde la Plaza de Caicedo hasta el CAM atravesando el río, pero que justamente no es el caso de la Avenida Colombia. Pequeños detalles que darán al traste con una buena idea.
Menos mal aun se puede rediseñar la cubierta del paso subterráneo, dejando dos carriles para carros y taxis que, hay que insistir, le darían animación y seguridad, y permitirían que sigan entrando y saliendo del Centro por ese costado, evitando su mayor decadencia. E incluir La Ermita y el Parque de los poetas, con un parqueadero subterráneo, también ya propuesto, que salvaría el Edificio Pielroja, ahora desocupado. De lo contrario, continuaremos cambiando el centro de la ciudad por excluyentes pero seguros centros comerciales, a los que se puede ir en carro, estacionarlo cómodamente, caminar viendo vitrinas y muchachas, ir al cine o comprar algo. Justamente lo que todos deberíamos poder seguir haciendo en el Centro, el área mas incluyente de la ciudad, dándole seguridad, comodidad y aseo. Y andenes.
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